En esta entrada veremos un examen pormenorizado de la situación y el conocimiento actual de la pandemia COVID19. Y la veremos en un estudio crítico sobre la versión oficial, que es bueno estudiar y analizar a la luz de nuestros pobres conocimientos.
Está hecho por un químico especialista en nanomateriales, Química Analítica y Biomedicina; investigador en la Universidad de la Laguna. De esta forma, podemos compensar el sesgo de la increíble inundacion de datos procedentes de la versión oficial, o de "las versiones oficiales" ya que hemos tenido unas cuantas desde el comienzo de este calvario.
Sobre los medios y las redes sociales, hemos de reconocer que han sido siempre la voz de su amo, el que les pagaba, cambiando y censurando según variaba la versión oficial del momento.
Esto no quiere decir que tengamos que comulgar con la versión "protestante escéptica" pues ésta no está exenta de contradicciones y noticias falsas.
En ambas versiones hay sesgos propios de errores involuntarios y voluntarios, pues cada versión es un argumentario destinado a convencer y arrimar el ascua a su sardina.
Por citar un ejemplo de la versión oficial, tenemos la cambiante actitud hacia las mascarillas y en el escepticismo, las declaraciones falsamente atribuidas a Luc Montagnier sobre la pretendida mortalidad de las vacunas.
Encontrar argumentos para movernos en la maraña de datos, sin ser especialistas en la materia, es un ejercicio sano; hay que buscar los errores y las contradicciones, sacando verdad de las mentiras.
Como se dice en la introducción del trabajo recopilatorio, corren tiempos oscuros para la naturaleza del ser humano en sí misma. A finales de 2019, nuestro mundo como lo conocíamos, dejó de existir. Dio paso a lo que algunos llamaron “nueva normalidad” que vino acompañada de un discurso “oficial" y que implicaba la transgresión de una línea hasta ese momento intocable: los derechos fundamentales.
El mundo no volverá al 14 de marzo de 2020; llegaremos a otro sitio, y en esa lucha participarán políticos, empresarios, científicos, comunicadores, juristas... y nosotros, "el público".
Desentrañar la verdad, pero también los objetivos de las mentiras y las medidas, es una obligación para preservar nuestra libertad, nuestra integridad y las de nuestros descendientes.
En todo esto el sentido común, la lógica y la experiencia de nuestro entorno, a sabiendas de que no tiene valor estadístico, serán los instrumentos, pobres, con los que nos moveremos.
https://www.elespañoldigital.com/wp-content/uploads/2021/10/Informe-Pandemia-031021.pdf
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https://cesarvidal.com/la-voz/editorial/editorial-se-revela-el-papel-de-la-otan-en-la-crisis-del-coronavirus-13-11-24
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