15 dic 2024

Italia y España hoy

Lo que vamos a ver es una comparativa de las diferencias y las similitudes de ambas naciones y territorios desde un punto de vista geográfico y climático pero sin perder de vista la geografía humana, hay que tener en cuenta que el carácter de las poblaciones se forja sobre la geografía, la flora y la fauna de un territorio.

Los territorios sujetos a un clima templado siempre estarán habitados. Si lo vemos desde fuera siempre ha sido así, si lo vemos desde dentro las sucesivas migraciones suponen el fin de un mundo y el comienzo de otro.

 

 

 

 

Los límites de Italia están marcados por elementos físicos: el mar de Liguria y el mar Tirreno al oeste, el canal de Sicilia en el sur, el mar Jónico y mar Adriático al este, los Alpes en el norte (pero en la parte central la frontera sirve de línea de separación de aguas, Suiza se extiende por la vertiente sur con el cantón del Tesino). El territorio italiano incluye los dos pequeños estados del Vaticano y San Marino y posee un enclave en Suiza, la ciudad de Campione en las orillas del lago de Lugano.

 

El territorio italiano es muy accidentado: el 23% tan sólo es llano, las montañas forman el 35% y el 42% las colinas. Dos grandes cadenas montañosas le dan su estructura: los Alpes en el norte, con el pico más elevado del país en el Mont Blanc con 4810 m (si se considera que el Mont Blanc es parte de Italia), y los Apeninos que van desde la costa de Liguria hasta Reggio Calabria. Una sola gran llanura aluvial: la llanura del Po, de alrededor de 45.000 km².

Situada en la línea de contacto de las placas europea y africana, Italia está sujeta a terremotos y tiene cuatrovolcánes: el Etna, el Vesubio, el Vulcano y el Stromboli (estos dos últimos en el Mar Tirreno).

Debido a su situación geográfica, Italia tiene un clima mediterraneo-continental, con fuertes variaciones regionales debido a las diferencias de latitud, a la topografía y a la influencia del mar. La climatología italiana, si bien tiene carácter mediterráneo, presenta notables variaciones regionales. En el norte italiano (Milán, Turín yBolonia) tiene un clima continental, con veranos calientes e inviernos fríos y nevosos. Por debajo de Florencia presenta un clima típicamente mediterráneo. El clima de las zonas de costa es muy diferente del interior, en particular en los meses invernales. Las regiones costeras tienen un clima mediterráneo típico con inviernos suaves y veranos calientes, generalmente secos. La región alpina está marcada por un clima frío de montaña, con inviernos rigurosos y veranos un poco menos fríos. Stelvio, por ejemplo, posee medias de -12 °C en invierno y 6 °C en verano.

 

 

Italia está sujeta a condiciones muy diversificadas en otoño, invierno, primavera, mientras que el verano es generalmente más estable tanto en las ciudades del norte como Turín, Milán, Pavía, Verona o Udine pueden recibir lluvias durante el día. La temperatura varía de manera importante, sobre todo en las temperaturas medias en invierno. La media en enero de la Llanura del Po es de 1 °C, la media en Turín es de 1,3 °C y en Milán de 1,5 °C. En el sur, en cambio, en lugares comoSicilia y Calabria las medias de enero alcanzan los 10 °C. En ciertos días de diciembre o enero puede nevar en Milán a -2 °C, cuando en Palermo o Nápoles las temperaturas están en +17 °C. Ciertas mañanas Turín puede amanecer con -10 °C, cuando al mismo tiempo Roma está en +6 °C y Reggio Calabria +12 °C. El mes más frío es enero con medias, en el valle del Po, de 0 °C, Florencia 5 °C/6 °C, Roma 7 °C/8 °C. Las temperaturas pueden llegar por la mañana a -12 °C en el valle del Po, -2 °C/-3 °C en Florencia, -2 °C en Roma, -2°C en Nápoles y en Palermo puede llegar a 1 °C.

En el verano la diferencia es más clara. Las medias en julio van desde los 23 °C de Milán a los 26,2 °C de Palermo. Generalmente el mes más cálido es agosto en el sur y julio en el norte, meses en los que los termómetros pueden marcar 42 °C en el sur y 33 °C en el norte. Ya más abajo de Florencia el verano es típicamente seco y soleado.

Las precipitaciones son más abundantes en las montañas que en los valles y disminuyen de norte a sur. La costa este no es tan húmeda como la occidental, aunque en invierno está generalmente más fría. Los Alpes, que actúan de barrera ante los vientos del norte, registran las mayores precipitaciones (3.000 a 3.800 mm anuales); losApeninos, por su parte, establecen una clara distinción entre sus dos vertientes: la tirrénica, que queda expuesta a las corrientes húmedas del Oeste, y la vertiente adriática, a sotavento de dichas influencias (menos de 500 mm anuales en Apulia). Las zonas más elevadas son frescas, húmedas y frecuentemente reciben las precipitaciones en forma de nieve. No sólo nieva en los Alpes sino también en los Apeninos. Entre noviembre y marzo el valle del Poestá frecuentemente cubierto por la nieve, sobre todo la zona central (Pavía y Cremona). La nieve es algo muy común entre diciembre y febrero en ciudades como Turín, Milán y Bolonia, en los últimos inviernos (2005 – 2006), Milán recibió aproximadamente 70/80 cm de nieve, Como en torno de 1 m, Pavía 50 cm, Trento 1,60 m, Vicenza en torno a 45 cm, Bolonia en torno a 40 cm y Piacenza alrededor de 80 cm.

 

 

 

 

España y Portugal se encuentran situadas en el extremo suroccidental del continente europeo y ocupan casi seiscientos mil km2. Ambos países ocupan la Península Ibérica pero incluyen también varios territorios insulares: los archipiélagos de Canarias y Baleares pertenecen a España mientras que las islas Azores y las de Madeira son parte de Portugal.

 

El relieve peninsular es el resultado de los movimientos de las placas tectónicas africana y euroasiática que tuvieron lugar durante la era Terciaria (desde hace unos millones de años).
La Península está dominada por una gran Meseta Central. El Sistema Central y su prolongación portuguesa de la Sierra de la Estrella divide la Meseta en dos partes: una Submeseta Norte y Submeseta Sur. La Submeseta Norte está constituida básicamente por la cuenca fluvial del río Duero, mientras la Submeseta Sur está ocupada por las cuencas de los ríos Tajo y Guadiana, separadas entre ellas por los Montes de Toledo. La gran extensión de la Meseta Central explica la elevada altitud media de la Península.
Un conjunto de cordilleras y macizos montañosos rodean la Meseta: el Macizo Galaico y los Montes de León por el noroeste, Tras os Montes por el oeste portugués, la Cordillera Cantábrica al norte, el Sistema Ibérico al este y Sierra Morena al sur.
Hay también tres sistemas montañosos exteriores a la Meseta: los Pirineos, que hacen frontera con Francia, el Sistema Costero Catalán en el litoral nororiental y los Sistemas Béticos al sur (compuesto de dos alineaciones: Sistema Subbético y Sistema Penibético). En el Sistema Penibético se levanta el pico montañoso más alto, el Mulhacén (3.478 m.).
Entre estos sistemas montañosos exteriores y las cordilleras que bordean la Meseta, se sitúan dos grandes depresiones: la Depresión del Ebro al noroeste y la Depresión del Guadalquivir al sur. A ello abría que añadir la Depresión portuguesa del Tajo, situada en la desembocadura del río.
En la Península Ibérica predomina el clima mediterráneo, pero también se dan los climas oceánico y de alta montaña. En los archipiélagos atlánticos aparece también el clima subtropical.
El clima oceánico domina en una estrecha franja que comienza en el norte costero de Portugal, sigue por Galicia y continua por toda la costa cantábrica hasta los Pirineos. El clima oceánico carece de sequía y presenta abundantes precipitaciones anuales, con temperaturas suaves en verano y no frías en invierno. La vegetación es siempre verde y muy abundante, con el predominio del bosque atlántico caducifolio de robles, castaños y hayas.
El clima mediterráneo se caracteriza por una mayor oscilación térmica anual que el oceánico, con veranos muy calurosos y secos. La sequía estival o veraniega y la mayor escasez de precipitaciones favorece el desarrollo de una vegetación más adaptada a la sequedad. En la Península ocupa el resto del territorio e incluye también las islas Baleares.
En cuanto a la vegetación, predominan matorrales como la jara, el brezo o la retama y especies arbóreas como la encina, el alcornoque o el acebuche.
 
 
Podemos distinguir tres tipos:
  • Mediterráneo típico o costero, con temperaturas cálidas en verano y suaves en invierno. Se extiende por las zonas costeras y el los valles del Guadiana y Guadalquivir.
  • Mediterráneo continentalizado o de interior, con invierno más fríos de los normal por la elevada altitud y la lejanía de la costa. Se sitúa en las mesetas interiores y en el valle del Ebro.
  • Mediterráneo semidesértico o árido, con una sequía mayor de lo normal y unas lluvias muy escasas, por debajo de 300 mm al año. Se sitúa en el sureste de la Península.
 
 
El clima subtropical ocupa las islas Canarias y la islas portuguesas de Madeira . Se caracteriza por temperaturas cálidas todo el año y lluvias escasas y concentradas en invierno, siendo más secas las islas más cercanas al continente africano. En las zonas húmedas se desarrolla el bosque de laurisilva y el pino canario y en las zonas más áridas matorrales xerófilos (adaptados a la sequía).
El clima de alta montaña se caracteriza por presentar precipitaciones más abundantes y temperaturas más bajas que en las zonas llanas más cercanas. En la Península su presencia se reduce a las zonas más altas de los Pirineos, la Cordillera Cantábrica, el Sistema Central, el Sistema Ibérico y la Cordilleras Béticas.
 
 
 
Factores del clima peninsular.
El clima peninsular está definido por los siguientes factores:
  • España está situada al sur de la zona templada lo que hace que las temperaturas sean más altas y la duración del día sea mayor en el invierno.
  • El hecho de que sea una península rodeada de mares favorece que amplias zonas costeras tengan temperaturas muy suaves.
  • La disposición periférica de las montañas (situadas cerca de las costas aislando el interior) favorece que las zonas interiores alejadas de la costa no reciban la influencia marítima y tengan invierno más fríos y menos lluvias. En estas zonas interiores las diferencias de temperatura entre el invierno y el verano serán muy acusadas (gran amplitud térmica anual).
  • La elevada altitud media del territorio hace que bajen las temperaturas en las zonas más altas, como ocurre en las amplias mesetas y las numerosas zonas montañosas.
     
     
     
 
 
Ambos países se encuentran en una situación periférica en relación al núcleo de Europa occidental. En España se observa con gran claridad mirando un mapa pero la situación de Italia no es tan clara. El norte es parte de ese centro cultural pero no tanto el sur o el este de la península italiana. Tanto el sur de Italia como el de España fueron invadidos y estuvieron poblados por musulmanes procedentes de África; esa es una invasión de muchas de las que ha habido a lo largo de la historia. 
 
Estas penínsulas han sido lugar de encuentro y entrada desde África. El carácter de sus habitantes está influido por ello; sin embargo, el clima húmedo y cálido, puramente mediterráneo, de Italia diferencia el carácter arriscado del cambiante clima ibérico, con alternancia de predominio atlántico o mediterráneo. Ambos territorios son activos geológicamente como se puede observar en su historial de movimientos sísmicos.

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