A propósito de una noticia que apareció el día 26 de abril sobre la frase de Merkel en el sentido de instar a los países (se supone que de la zona euro) a ceder soberanía a la UE, se me ocurren los pensamientos más negros.
Por un lado, no sé si por culpa de la propia presidenta alemana o por la traducción, veo que se confunde el concepto dialéctico de soberanía con lo que no es más que una cesión de competencias o simplemente nos toma por tontos. Hay conceptos dialécticos como el de soberanía, que se tiene o no, o la vida, que se está o no, o el sexo y hay conceptos continuos como el de la cesión de competencias en el que hay que decidir qué grado de cesión, hasta dónde cedemos.
la UE es una organización que tiene, entre otros, dos principios; a saber: el principio de reconocimiento de la soberanía de los Estados y el principio de subsidiariedad.
En la época del Mercado Común, el crecimiento canceroso de los eurócratas no menoscababa estos principios, pero la UE ha creado un cúmulo de poder en Bruselas al que le sobran los Estados y cualquier tipo de control democrático; y que nadie me hable del Parlamento Europeo que es lo más parecido a un circo que hay ahí.
En la época del Mercado Común, el crecimiento canceroso de los eurócratas no menoscababa estos principios, pero la UE ha creado un cúmulo de poder en Bruselas al que le sobran los Estados y cualquier tipo de control democrático; y que nadie me hable del Parlamento Europeo que es lo más parecido a un circo que hay ahí.
Debemos darnos cuenta de hasta que punto permanece la soberanía nacional, que el Tratado de Lisboa establece los mecanismos administrativos para abandonar la UE, y el Reino Unido puede que los ponga en marcha según el resultado del referéndum propuesto por Cameron.
Si de verdad cediéramos soberanía pasaríamos a formar parte del Imperio Alemán como les pasó a los pequeños Estados alemanes en el siglo XIX.
Si de verdad cediéramos soberanía pasaríamos a formar parte del Imperio Alemán como les pasó a los pequeños Estados alemanes en el siglo XIX.
A la cesión le pasa como al concepto de cosoberanía propuesto para las regiones o "nacionalidades" españolas, sólo una parte puede tener soberanía, no caben dos gallos en el mismo corral.