Hace años, en el colegio, teníamos un cine que exhibía películas los fines de semana; lo hacía en tres sesiones, los sábados a las siete y media y los domingos a las cinco y a las siete y media; las sesiones de siete y media eran para los mayores, la de las cinco para los pequeños. Normalmente siempre se presentaban reestrenos o reposiciones pero cierta vez estrenaron una para los mayores, la película se llamaba: "La Amenaza de Andrómeda" y era de ciencia ficción, lo que es demostrativo del poco interés que este género despertaba en España, carne de los cines parroquiales y de la televisión.
La película se basaba en una novela del escritor norteamericano Michael Crichton, que, luego me enteré, trabajaba de médico aunque el éxito literario y los derechos cinematográficos le permitieron dedicarse a la literatura a tiempo completo. Su éxito lo llevó a copar a la vez las listas de libros más vendidos, de película más vista en una semana y la serie de más audiencia en la televisión con guión suyo.
Al final de su vida se le diagnosticó un cáncer linfático pero no murió de eso sino de un accidente cerebro vascular a la edad de sesenta y seis años. En sus últimos tiempos agudizó una faceta que siempre había estado presente en su obra; a saber, la divulgación científica y la crítica al histerismo pseudocientífico. Crichton se nos presenta como un militante contra la calentología oficial del IPCC; en su última obra: "Estado de Miedo", presenta un manifiesto acusando al nuevo ecologismo de apocalíptico y pseudocientífico.
La película se basaba en una novela del escritor norteamericano Michael Crichton, que, luego me enteré, trabajaba de médico aunque el éxito literario y los derechos cinematográficos le permitieron dedicarse a la literatura a tiempo completo. Su éxito lo llevó a copar a la vez las listas de libros más vendidos, de película más vista en una semana y la serie de más audiencia en la televisión con guión suyo.
Al final de su vida se le diagnosticó un cáncer linfático pero no murió de eso sino de un accidente cerebro vascular a la edad de sesenta y seis años. En sus últimos tiempos agudizó una faceta que siempre había estado presente en su obra; a saber, la divulgación científica y la crítica al histerismo pseudocientífico. Crichton se nos presenta como un militante contra la calentología oficial del IPCC; en su última obra: "Estado de Miedo", presenta un manifiesto acusando al nuevo ecologismo de apocalíptico y pseudocientífico.
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