Hemos comentado muchas veces el problema de la llegada masiva de inmigrantes ilegales que está agravando el cambio poblacional europeo en dirección a Eurabia.
La verdad es que las tasas de crecimiento demográfico en la Europa castiza son ínfimas y el sentido sería hacia el vaciamiento poblacional si no fuese por los llegados, legales o no, de otros lugares. No es la primera vez en la historia, incluyendo la prehistoria, ni será la última pero como me preocupa el legado que vamos a dejar a nuestros hijos, quiero analizar las soluciones, o las no soluciones, para preservar lo que considero logros de nuestra sociedad.
Las libertades de expresión, de religión y creencias, de opinión, de libertad personal, intimidad e inviolabilidad de domicilio, libertad de residencia y circulación, libertad de expresión y para no extenderme los derechos personales, políticos y del ciudadano, los derechos sociales y culturales como las tradiciones y la forma de vida. Todos los derechos humanos del artículo 10 de la CE y la igualdad entendida según el artículo 14.
Todo esto no será posible si las comunidades culturalmente no asimilables se siguen encerrando en sus barrios y guetos. No es necesario recordar la opinión autorizada del monarca marroquí Hassan II.
Sólo veo dos soluciones, o nos convertimos en monstruos y sacrificamos nuestra democracia en una cruel expulsión para crear un infierno queriendo salvar el cielo, o exportamos todos estos derechos a los países de origen de los inmigrantes no asimilables; no hay otro método.
Hemos sido capaces de forzar a ciertos países por intereses económicos vitales, o no, y tenemos que conseguir los derechos de las minorías en esos países. En el mundo islámico deben vivir en libertad cristianos, budistas y cualquier creencia incluso los ateos y agnósticos.
La balanza debe equilibrarse; si aquí hay libertades y derechos para ellos, allí deben existir para nosotros y los que son como nosotros y viven allí. Ni que decir tiene que hemos de conseguir que tales derechos se respeten sobre todo aquí, en cualquier barrio, utilizando la fuerza que sea necesaria, con las leyes y actuaciones que sean necesarias.
No deben producirse desbordamientos como en Francia y Suecia.
Ya sé que a los másters del universo sólo les importa tener masas anómicas de consumidores y trabajadores, por eso va a ser necesario luchar y habrá que educar así a las jóvenes generaciones.
Queremos tener un mundo mejor y lo conseguiremos.