Los días 17 y 18 de septiembre de 2024 pasarán a la historia como la apertura de la caja de Pandora frente a los cachivaches electrónicos. Parece ser que el servicio secreto israelí activó a distancia explosivos que habían sido introducidos en dispositivos electrónicos de uso diario, que fueron comprados, aunque no exclusivamente, para los miembros de la milicia chiita Hezbolá en Líbano. Los bombardeos de este grupo están asolando los pueblos y asentamientos del norte de Israel y el ejército judío había "sufrido" ya dos derrotas en el sur del Líbano.
La detonación simultanea de estos instrumentos: bíperes, walkie-talkies, radios y paneles solares, sin que se descarten otros objetos, ha abierto la posibilidad de que los terroristas causen explosiones de cualquiera, en cualquier país. Ya no serán los milicianos y militares quienes estarán en riesgo sino todo el mundo; se abre una nueva etapa del terrorismo indiscriminado mundial y aparece un terror hacia lo electrónico que incrementará el miedo de esta época.
Las victimas son 3450 personas heridas (400 de gravedad) y 37 fallecidas en su mayoría civiles; los lugares donde ocurrieron los hechos son algunos barrios de Beirut, el sur del Líbano y el valle de La Becá. Unos cuantos estallaron en Siria y el ejército iraní, mentor de Hezbolá, ha ordenado revisar los dispositivos. La guerra podría generalizarse.
Parece ser que la cadena de trazabilidad de los objetos nos lleva desde ciertas empresas de Hungría hasta Taiwan, sin que sea posible controlar todo el circuito comercial.
Un nuevo pase al desastre.
http://www.verdadypaciencia.com/2024/09/el-horror-orwelliano-del-buscapersonas-en-el-libano.html
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