A propósito de la ideología regeneracionista, citada aquí y aquí, hoy hablaré del pensamiento ingenuo que no es el de la sana ingenuidad infantil sino una temible espada de Damocles voluntarista y catastrófica para la sociedad.
El origen doctrinal del pensamiento ingenuo está en Rousseau, en la exaltación del buen salvaje, y la deconstrucción y escarnio de estos principios políticos se encuentra ya en el Cándido de Voltaire. La idea de que todo el mundo es bueno menos unos cuantos canallas y explotadores, que dos no riñen si uno no quiere, subyace en el origen de la más atroz de las esclavitudes.
El cristianismo light residual, el anarquismo, el comunismo light y el buenismo, consecuencias de este tipo de pensamiento, alimentan a buena parte de la izquierda y desgraciadamente a un sustancial número de españoles.
Propondré algunos ejemplos: Josep Fontana tras hacer un lúcido análisis de la crisis, así como del egoísmo de algunos países, entra de lleno en la ingenuidad al apelar al pacifismo, humanitarismo y cooperativismo para salir de la crisis económica e histórica; Claus Offe pide sustituir los servicios sociales por una especie de voluntariado; muchos dicen que la retirada americana del mundo traería la paz, así porque sí; están los que saludaron la primavera árabe como un movimiento democrático y no como un grito de la pobreza; los hay que analizan todas las cuestiones con un prejuicio hemipléjico maniqueo y hay quien cree aplicable a España el modelo de crecimiento venezolano pero sin petróleo.
Si esto no tuviera una influencia directa en nuestra vida, allá cada cuál, pero la tiene y yo no quiero comulgar con ruedas de molino.
El origen doctrinal del pensamiento ingenuo está en Rousseau, en la exaltación del buen salvaje, y la deconstrucción y escarnio de estos principios políticos se encuentra ya en el Cándido de Voltaire. La idea de que todo el mundo es bueno menos unos cuantos canallas y explotadores, que dos no riñen si uno no quiere, subyace en el origen de la más atroz de las esclavitudes.
El cristianismo light residual, el anarquismo, el comunismo light y el buenismo, consecuencias de este tipo de pensamiento, alimentan a buena parte de la izquierda y desgraciadamente a un sustancial número de españoles.
Propondré algunos ejemplos: Josep Fontana tras hacer un lúcido análisis de la crisis, así como del egoísmo de algunos países, entra de lleno en la ingenuidad al apelar al pacifismo, humanitarismo y cooperativismo para salir de la crisis económica e histórica; Claus Offe pide sustituir los servicios sociales por una especie de voluntariado; muchos dicen que la retirada americana del mundo traería la paz, así porque sí; están los que saludaron la primavera árabe como un movimiento democrático y no como un grito de la pobreza; los hay que analizan todas las cuestiones con un prejuicio hemipléjico maniqueo y hay quien cree aplicable a España el modelo de crecimiento venezolano pero sin petróleo.
Si esto no tuviera una influencia directa en nuestra vida, allá cada cuál, pero la tiene y yo no quiero comulgar con ruedas de molino.
2 comentarios:
Y según tu qué es mejor... que nos echemos todos a la calle cuchillo en mano o?
El cumplimiento de la Ley y la defensa de nuestros intereses. La Caridad es voluntaria.
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