En tiempos asistí a un máster en tecnología alimentaria, en el que un profesor de aspecto intemporal nos abrió al mundo de los aditivos.
Ingeniero químico, farmacéutico, director de laboratorio, técnicoen la industria alimentaria, asesor de diversos organismos, presidente de asociaciones empresariales y negociador en la UE. Todo eso y un increible profesor que lo fue también de la Escuela Nacional de Sanidad. Asistí a cursos posteriormente y me enteré de que al final de su vida también fue escritor y poeta.
Su calidad humana y profesional brilla en un mundo mediocre dirigido por mediocres.
Descanse en paz.
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