3 ene 2020

Golpe de Estado ll

Nos queda la pregunta, "¿es el PSOE un problema para España?" Así parece en el trabajo histórico del militar en la reserva Domínguez Martínez Campos, apellido de gran tradición.
No voy a entrar en la corrupción endémica en el régimen del 78, pues ahí hay campo para todos. Desde los tiempos de Filesa, Malesa y Time Sport hasta los ERE,s y cursos de formación con la complicidad de UGT y CCOO. 
No; voy a hablar del golpe de Estado en marcha para liquidar el régimen de la Segunda Restauración.











En el mismo momento en que, tras las elecciones de noviembre 2019, Sánchez llamó a Iglesias para acelerar las negociaciones, el sistema absorbió las necesidades de PODEMOS como propias. Así el caso "Hugo Carvajal" en el que la negligencia culpable del Gobierno permite su huída de la extradición que, atendiendo a delitos de narcotráfico, blanqueo y terrorismo,  había sido pedida por EEUU.
El episodio del 27 de diciembre en Bolivia en el que un grupo de policías y diplomáticos españoles, armados y enmascarados, pretendían llegar a la embajada de Méjico en La Paz. El gobierno boliviano presume que con la intención de liberar, entre otros, al ministro del interior en tiempos de Morales Juan Ramón Quintana refugiado en el lugar. 
El cuidado por exonerar a los podemitas de sus posibles desafueros en materia de impuestos y seguridad social; la financiación ilegal que puede proceder de Venezuela, los pactos espúreos con el golpismo catalán, y los herederos de ETA, y la negativa a condenar el comunismo en el Parlamento Europeo. Todo, constituye el entramado de una traición que pasa por un referéndum de autodeterminación encubierto y anticonstitucional. 
La vía del conflicto está abierta; la impotencia de los "barones" socialistas es evidente y los tiempos interesantes arrasarán España por mucho tiempo.










En democracia, el voto popular no justifica el mal gobierno consciente, la manipulación de la Ley y las instituciones. Actuar contra derecho, crear redes clientelares y corrupción; forzar la traición, mentir y contravenir el acuerdo con el electorado descalifica y crea un vacío de poder que puede ser ocupado. 
La democracia mide la opinión del pueblo en un momento, elige representantes pero la Nación tiene muchos más poderes e intereses. Los problemas complejos no pueden ser resueltos por un corpus electoral no formado ni suficientemente informado. El integrismo democrático no es la democracia realmente existente.
El Estado es democrático pero también social, defendiendo los intereses y la vida de la ciudadanía, y debe atenerse al "Derecho".

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