Ha fallecido el gran rockero icono de la época dorada de la posguerra. Su fiereza interpretativa, su fuerza destrozapianos y sus ganas de vivir como sea. Esta es la necrológica de El País; descansa en paz "santo pecador".
28 oct 2022
14 oct 2022
El Poder Judicial
A pesar de que los defectos de la democracia afectan a su esencia y siguen vigentes las críticas de entre guerras, es verdad que la corrección de los problemas formales y fallos sistémicos de la democracia española pueden servir para mejorarla entre las realmente existentes.
La separación de poderes y la independencia del poder judicial, y no sólo la independencia de los jueces en su acción jurisdiccional, son metas que debemos considerar irrenunciables.
El sistema judicial español está regulado por la Constitución, la Ley Orgánica del Poder Judicial y los reglamentos correspondientes. El artículo 24 es piedra de toque de la independencia del poder judicial, la inamovilidad y el derecho al juez natural, con los fueros correspondientes de los representantes públicos y altos cargos; pero el artículo 122 establece un método de elección del órgano de gobierno de los jueces (el CGPJ), se elegirán 4 vocales por el Congreso y 4 por el Senado entre juristas de reconocida competencia, quedando los 12 siguientes entre los jueces y magistrados, según el método establecido por la LOPJ.
En reforma de 1985 se estableció que seis serían elegidos por el Congreso y seis por el Senado, sometiendo al Consejo General del Poder Judicial al Parlamento.
El PSOE cambió la ley alegando que no se fiaba de los jueces provenientes del franquismo. Esta excusa no sirve hoy, ya que el juez más joven, nombrado tras la muerte de Franco, tenía 26 años en 1976 y hoy tiene 72 estando inapelablemente jubilado.
Ahora el PSOE dice que los jueces son más conservadores que el común de la población debido a sus duras oposiciones, como si no hubiera gente de izquierda opositando con éxito y no existieran el segundo, tercer turno etc.
Lo que pasa es que al PSOE, y al PP que no ha cambiado la ley cuando ha gobernado, protestando sólo cuando está en la oposición, les interesan jueces afines para juzgar a los políticos y para ello controlar el CGPJ es muy interesante; piénsese que el Consejo incide en el nombramiento del Tribunal Supremo, fuero de los políticos en altos puestos de gestión.
Como el PSOE y el PP no se ponen de acuerdo, Europa ha enviado al Comisario de Justicia cuyas apreciaciones han resbalado a nuestros políticos. Sería muy interesante conseguir nombramientos electos por jueces y magistrados.
Claro que este problema empieza por el hecho de que nuestros diputados y senadores, aunque no están sujetos a mandato imperativo, no son auténticamente independientes; las listas cerradas y la circunscripción provincial lo impiden; si fueran electos directamente, su independencia respecto a los partidos alcanzaría al CGPJ, el TC, el Tribunal Supremo, el Tribunal de Cuentas y otros órganos jurisdiccionales.
Por intentar dominar el poder judicial se ha castigado a Polonia pero, al parecer, con nuestro gobierno hay más cordialidad.
PD. En este sentido ha dimitido Lesmes, presidente del Tribunal Supremo y del CGPJ, para presionar a PSOE y PP. Ya ha comenzado el intercambio de cromos de demostrada fidelidad.
https://www.libertaddigital.com/opinion/emilio-campmany/sanchez-reynders-y-montesquieu-6937586/
13 oct 2022
Angela Lansbury
Ha fallecido la actriz británica que nos entretenía en "Se ha escrito un crimen" y ésta es la necrológica de El País.
3 oct 2022
Jesús Quintero
Ha fallecido el mítico presentador de "El Loco de la Colina". Y ésta es la necrológica de El País.
https://elpais.com/television/2022-10-03/muere-el-periodista-jesus-quintero-a-los-82-anos.html
2 oct 2022
Objetivos
Hemos comentado abundantemente los planes revolucionarios del NOM que nos son comunicados por el Foro Económico Mundial, Bilderberg, La UNESCO, la ONU, la Trilateral y, si te descuidas, el Club de Roma. Todos ellos tratan de convencernos de que el plan globalista es fundamental para el desarrollo humano; no importa que el plan sitúe entre sus objetivos una gran reducción de la población, algunos quieren del 95% como estaba escrito en las "piedras de Georgia" reconocido decálogo apocalíptico, no importa que las justificaciones y proyecciones ecologistas se caigan por su propio peso; hemos de comulgar con ruedas de molino, no importa que las costuras del sistema nos enseñen sus auténticos objetivos entre los que no estamos nosotros.
Queda claro que estamos en guerra, una guerra tranquila, para impedir esos planes siniestros; el vocero del Foro Económico Mundial Yuval Noah Harari reconoce que se formará una "clase" de deplorables que sólo podrá vivir con una subvención, al igual que el "proletariado" romano aunque éste criaba hijos para las legiones y el actual no cumpliría ninguna función.
El futuro está claro; durante un tiempo tranquilizarán las conciencias pero luego llegará la estabulación, la supervivencia rastrera y la eliminación; nadie da nada por nada.
Así que ellos tienen un objetivo y un plan, seguramente irrealizable, pero reconocidamente destructivo y planificado hasta el detalle a lo largo de décadas. Pero, ¿y nosotros? Combatir sus metas y objetivos está claro, ¿y cuáles son nuestros objetivos y planes a largo plazo?
En las sociedades humanas, y particularmente en la civilización occidental, debe existir un cierto control mercantilista que preserve la diversidad humana y la auténtica libertad frente al azar y la naturaleza, y que preserve la búsqueda de nuevos horizontes sin reducir la humanidad al transhumanismo neomathusiano y eugenesta unidimensional.
No hacerlo es el camino seguro a nuestra desaparición como especie.
1 oct 2022
El sistema electoral
Una de las materias que entorpece especialmente los intentos de racionalizar nuestra democracia es el sistema electoral.
En los ya lejanos tiempos de la transición, cuando se implementaba el régimen de la segunda restauración, un fantasma recorría la naciente democracia, era la "sopa de letras". El registro de partidos abierto se llenaba de proyectos que amenazaban con inundar de siglas el Parlamento, y hacerlo ingobernable. Frente a eso la derecha proponía un sistema electoral mayoritario; la izquierda, nueva en la mesa del reparto, propugnaba un sistema proporcional puro que diese oportunidad a todas las facciones. El público, educado por la televisión, veía, en el relativo fracaso de Italia, un sistema ingobernable de infinito número de partidos, que fiaba todo a una administración profesional gobernando al margen del gobierno.
Se tomó la decisión de implantar un sistema que fuese proporcional pero corregido por la llamada Ley D'Hondt, que es un sistema de restos; otra corrección del sistema era la imposibilidad de contar los restos de los partidos que no hubieran obtenido primero el 3% y tras correcciones en el sistema el 5% de los votos en cada circunscripción.
El efecto de esto es que se favorece fuertemente un sistema bipartidista pero no se garantiza en absoluto las mayorías absolutas que permitieran gobernar a un solo partido.
Esto convierte a los micronacionalistas, cuya concentración de voto en sus circunscripciones les da una representación exagerada en el parlamento, convirtiéndolos en el fiel de la balanza, en los detentadores del poder una y otra vez. De manera que, gracias a esto, esos partidos tienen una influencia y posición excesivos.
A lo largo del tiempo, mal que bien, el sistema ha funcionado por la existencia de los llamados partidos nacionalistas "moderados" que retrasaban, sine die, la petición de independencia que, aunque irrenunciable, se escondía en las brumas de un futuro inexistente. Pero llegó la crisis económica, social y política de manera que esos partidos tuvieron que compartir espacio con los más radicales.
Los partidos estatales mayoritarios también han tenido que compartir espacio con radicalismos "populistas". En una partitocracia en la que los partidos no tienen buenos canales de comunicación con la sociedad civil para nutrirse de cuadros y efectivos; cuando la crisis les presenta un panorama ingobernable, se echan al monte convirtiéndose en populistas también; desaparece el estado profundo que era el encargado de desarrollar los planes a largo plazo en estos tiempos tan cambiantes e inestables.
Así el PSOE se va por los cerros de Úbeda para conectar con una idealizada Segunda República y el suelo de Rawls, el consenso de origen constitucional, desaparece.
Los factores correctores de la democracia, como el Poder Judicial, son asaltados por los partidos en la medida de su poder y se rompe el equilibrio.
¿Es posible revertir esta situación? No, mientras sigamos inmersos en una crisis que desestabiliza el sistema, pero sí es posible corregir la Ley electoral evitando la posibilidad de que los elementos que pretenden destruir el Estado dirijan la acción de gobierno. Dado que el tiempo ha atemperado el riesgo del minifundio electoral, tal vez sea posible establecer un sistema mayoritario como el británico o un sistema mayoritario a dos vueltas como el francés, o quizás se pueda utilizar un sistema proporcional con listas abiertas; siempre con una circunscripción menor que la provincia y con los candidatos dando la cara, jugándosela con el electorado, sin otro compromiso que el programa electoral y sin una perruna disciplina de voto.
El conflicto, si no, está servido, llegando el fin del régimen y el comienzo de otra cosa.
En un tiempo en el que los acontecimientos externos traen abundantes nubarrones, es necesario unificar fuerzas para protegernos en España.