5 oct 2012

La reconciliación de los españoles

La transición en sentido estricto se produce a la muerte de Franco, anterior jefe del Estado. Esto no quiere decir que el franquismo, en cuanto régimen político, haya sido unitario sino que hubo una evolución clara marcada por la situación internacional y la de España. Sin embargo, cuando se produce, la realidad social española ha diluido las fronteras ideológicas de la Guerra Civil. Aun así, los orígenes de los grupos políticos recién legalizados, muchos de ellos sin presencia social, marcarán lo que se ha dado en llamar el pacto de la transición.







                                                                                         
 











Partidos políticos que, por el aumento de sus miembros, pueden considerarse recién creados, con militantes herederos genéticos de ambos bandos en la guerra, se acoplan a la tradición de las siglas como si éstas fuesen un soporte de origen. La izquierda quedó acomplejada porque Franco murió en la cama e impuso a su heredero, y todo esto a pesar de que los reformistas del franquismo dieron abundante cancha a la izquierda socialista pero también a la comunista. Esta izquierda no asume la etapa del franquismo en la historia de España, habla de su pervivencia no en el sentido de herencia sino de permanencia, a todas luces absurda, y se niega a reconocer que los dos bandos tuvieron responsabilidades en la Guerra Civil.







                                                      
 







La derecha vive con miedo a un permanente examen de su expediente democrático, como si el pueblo normal, apolítico, la estuviese juzgando siempre, como si en ese terreno lo que diga la izquierda tuviese más valor. Es necesario recordar las lecciones del filósofo Julián Marías, hombre profundamente católico y español pero militante republicano muy próximo a Besteiro durante la Guerra Civil: "Julián Marías, la Guerra Civil, ¿cómo pudo ocurrir?" 






 








¿Por qué a pesar de las economías de escala, los mercados unitarios y la conjunción en todos los terrenos hay ese odio cainita a España? ¿Por qué los políticos no permiten que se olviden los odios (ya incomprensibles en la superficie) de nuestras guerras civiles? 









 







¿Por qué se ha permitido a los nacionalistas hurgar en la educación? Todos somos hijos del ambiente en el que nos movemos y entre ETA y los nacionalistas, en dejación del Estado, hemos convertido al pueblo de determinadas CCAA en enemigo de España, o eso creen ellos. Los que admiten que el rico debe pagar más no admiten que las comunidades ricas paguen más. No aceptan las economías de escala de las que se benefician. No quieren comprender o ser razonables y esto es malo para el futuro. Se les ha inculcado un desprecio racista. Elevan los mitos a la categoría de Historia. Los que se sienten españoles deben callar y ocultarse o incluso irse. Ya se sabe, si se actúa contra lo que se piensa se acaba pensando como se actúa.

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