El ser humano tiene tendencia a elaborar abstracciones que ordenen el caos de la realidad. El tiempo histórico-cultural lo organizamos en eras, edades y civilizaciones. La Era Cristiana, por ejemplo, comenzaría en la alianza estratégica de la Iglesia y el Imperio, en tiempos de Constantino.
La Civilización Occidental tendría su origen en la conversión de Clodaveo, rey de los francos, de Recaredo, rey de los godos y en la reforma del culto gregoriana, por Gregorio Magno; su punto culminante estaría a mediados del siglo XIX y su decadencia y final discurriría a partir de ahí hasta hoy mismo, cuando el propio concepto de exótico pierde sentido ante la globalización de las ideas y las gentes.
Esta civilización abarca varias edades pues en parte es la Edad Media, en parte es la Edad Moderna y en la Edad Contemporánea.
La Era Cristiana abarcaría parte de la Edad Antigua, la Edad Media, la Edad Moderna y parte de la Contemporánea.
Las señales de decadencia en Occidente las vemos por la sucesión de cambios y normas a partir del triunfo de las ideas más radicales de la Revolución Francesa.
La nueva Edad surgiría en el nucleo ideológico de la Civilización Occidental ante la sustitución, casi física, de la población europea, y poco a poco del resto de Occidente, por gente llegada del Tercer Mundo junto con el invierno demográfico y la eliminación del Cristianismo, ya no como religión mayoritaria, hace tiempo que no lo es, sino como elemento inspirador. Así pues, la Edad Digital cabalgará en otra civilización que surgirá como dominante en su momento.
Todo esto no será plácido como las aguas en la desembocadura de un río sino aceleradamente torrencial y conflictivo. El fin de la historia imaginado por Fukuyama sólo ha sido un descanso en el camino de la guerra. En este momento las fuerzas unidas del Neomaltusianismo y el Islam derrumban el edificio de la vieja Europa.
https://www.merca2.es/el-infiltrado/
La Civilización Occidental tendría su origen en la conversión de Clodaveo, rey de los francos, de Recaredo, rey de los godos y en la reforma del culto gregoriana, por Gregorio Magno; su punto culminante estaría a mediados del siglo XIX y su decadencia y final discurriría a partir de ahí hasta hoy mismo, cuando el propio concepto de exótico pierde sentido ante la globalización de las ideas y las gentes.
Esta civilización abarca varias edades pues en parte es la Edad Media, en parte es la Edad Moderna y en la Edad Contemporánea.
La Era Cristiana abarcaría parte de la Edad Antigua, la Edad Media, la Edad Moderna y parte de la Contemporánea.
Las señales de decadencia en Occidente las vemos por la sucesión de cambios y normas a partir del triunfo de las ideas más radicales de la Revolución Francesa.
La nueva Edad surgiría en el nucleo ideológico de la Civilización Occidental ante la sustitución, casi física, de la población europea, y poco a poco del resto de Occidente, por gente llegada del Tercer Mundo junto con el invierno demográfico y la eliminación del Cristianismo, ya no como religión mayoritaria, hace tiempo que no lo es, sino como elemento inspirador. Así pues, la Edad Digital cabalgará en otra civilización que surgirá como dominante en su momento.
Todo esto no será plácido como las aguas en la desembocadura de un río sino aceleradamente torrencial y conflictivo. El fin de la historia imaginado por Fukuyama sólo ha sido un descanso en el camino de la guerra. En este momento las fuerzas unidas del Neomaltusianismo y el Islam derrumban el edificio de la vieja Europa.
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https://www.actuall.com/persecucion/la-union-europea-decide-esta-semana-si-se-toma-en-serio-la-libertad-religiosa/
Julián Marías, "Introducción a la Filosofía", Revista de Occidente 1947.
Julián Marías, "Introducción a la Filosofía", Revista de Occidente 1947.
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