En USA continuan con el recuento de las papeletas electorales pero ya hoy, 7 de noviembre, los medios se atreven a dar a Biden como ganador.
Resulta increíble que la primera democracia realmente existente tenga este arcaico método de conteo que se basa fundamentalmente en un fair play que no ha habido nunca. El voto por correo, el registro de votantes, todo parece confabularse para crear dificultades cuando el resultado, como ahora, es parejo.
En 2016 se les coló un outsider porque no creyeron que estaba en condiciones de ganar; un hombre bronco, arrogante, prepotente que ponía en tela de juicio todas las pretendidas "verdades" de la corrección política, todas las acciones del movimiento imparable que, tras la caída del muro e incluso antes, pretende instalar la dictadura silenciosa neomaltusiana y "eugenesta".
Repuestos de la sorpresa creyeron poder manejar a Trump y, al ver que esto no era posible, lanzaron contra él toda la artillería del sistema.
El Deep State con la CIA, el FBI, el ejército (quiero decir el Pentágono), los medios todos ellos incluso al final la FOX, las redes sociales, Google, Youtube, Amazon... y en el extranjero, en concreto en España, práctica unanimidad si salimos de los medios de internet.
Sin embargo, Trump ha llevado a efecto su programa en la medida de lo posible, ha subido los aranceles y ha obligado al gran capital a devolver plantas de producción a Estados Unidos; Trump ha conseguido alcanzar el pleno empleo y por primera vez desde 1973 los trabajadores han obtenido mejoras salariales en dólares constantes. Fuera de su retórica antiinmigración ha combatido la inmigración ilegal favoreciendo a la legal y ha sacado soldados y efectivos norteamericanos de los conflictos iniciados por sus antecesores. Objeto de burlas, ha sido claro en relación a la necesidad de implicación de los aliados en los gastos de defensa "occidentales", o en lo que queda de Occidente. Ha hecho novedosas apuestas por la paz en Oriente Medio y no ha comenzado ninguna guerra neocolonial, cosa que no ocurría desde Lincoln.
La respuesta del establishment ha sido poner en marcha contra él la mayor potencia electoral de la historia; ha seleccionado al candidato más moderado silenciando los escándalos que sin duda empañarán su mandato si gana. Las donaciones de fondos por parte de Soros, Gates, la Trilateral y Bilderberg han montado la campaña más dotada de medios legales y ocultos. Es increíble que aun así Trump prácticamente ha empatado, pero el COVID 19, un imponderable, ha actuado decantando votos.
El pucherazo del voto por correo no tiene parangón en la historia de USA y sin él Trump incluso hubiera ganado. Hay procesos judiciales para meses y lo que salga de ahí salpicará a Biden que se convertirá en el vientre del que saldrá el "alien" Kamala Harris.
Trump y su fundación han demostrado ser un formidable enemigo del globalismo y el NOM y continuarán siéndolo pero hay una cosa que, probablemente sin ser consciente del todo, Trump ha conseguido: demostrar que los "deplorables", los que no creen en el "calentamiento global antropogénico", en el "me too" ni en la agenda "LGTBQ+"; los que creen en la familia y en la Patria, si son resueltos y no se dejan amilanar, pueden ganar.
Ya sé que revertir la descomunal campaña de la ONU, la UNESCO, etc., es muy difícil pero Trump nos ha demostrado que es posible y que se puede defender sin rebozo esa visión del mundo que surge de la lógica analítica más clara. Éste es el momento del comienzo de la reconquista; será larga pero es posible, en USA, en Francia, en España, en RU, en Polonia y en Bolivia...
En esta lucha Dios bendiga a la humanidad y en particular al pueblo de los Estados Unidos.
https://www.vozpopuli.com/opinion/guerra-cultural-enemigos_0_1407759448.html
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