El grafeno es una sustancia compuesta por carbono puro, con átomos organizados en un patrón regular hexagonal, parecido al grafito. Es un material casi transparente. Una lámina de un átomo de espesor es unas 200 veces más resistente que el acero actual más fuerte, siendo su densidad más o menos la misma que la de la fibra de carbono, y unas cinco veces más ligero que el aluminio.
Es un alótropo del carbono, un teselado hexagonal plano formado por átomos de carbono y enlaces covalentes que se generan a partir de la superposición de los híbridos sp2 de los carbonos enlazados.
Es un alótropo del carbono, un teselado hexagonal plano formado por átomos de carbono y enlaces covalentes que se generan a partir de la superposición de los híbridos sp2 de los carbonos enlazados.
Eso es lo que las malas lenguas dicen que forma parte de los escipientes de las vacunas COVID. Como no hay razón galénica para ello, hemos de pensar que el objeto de su, teórica, presencia en los medicamentos experimentales, aprobados temporalmene de urgencia, tiene que tener alguna razón que desconocemos.
A partir de algunas vacunas de las cuatro marcas aprobadas en Europa, el doctor Campra de la Universidad de Almería ha conseguido aislar "grafeno" y se ha armado el belén.
El primer informe Campra ha sido tachado de acientífico por no haber conseguido una trazabilidad en relación a los viales utilizados, tras ello se ha realizado un segundo análisis pero las pegas que se le atribuyen siguen siendo las mismas. Mejor dicho, la ciencia oficial no quiere hacerse eco del informe y simplenmente lo ignora. Entre los críticos de las vacunas COVID, "no es posible obtener una vacuna segura en 9 meses", algunos consideran el informe Campra como desinformación, según la teoría de la croqueta: poner razones delirantes que contaminen las pegas serias.
En relación a los verificadores, nos vemos otra vez frente a una doble actuación; la legítima que debe indagar en si efectivamente existe un informe Campra y la ilegítima en la que los verificadores se convierten en refutadores científicos del citado estudio, sin dejar al estamento científico realizar su tarea en una acción que se parece mucho al adoctrinamiento y la censura.
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