Recuerdo aquellos años de estudiante; cayó en mis manos la novela "Últimas Tardes con Teresa", la leía por la tarde, tras la comida, mientras escuchaba "La Cara Oculta de la Luna" de Pink Floyd.
Marsé era un crítico empedernido de cierta burguesía catalana ligada, "a su pesar", a los beneficios de la especulación y el desarrollismo franquista. Marsé veía el fondo de hipocresía de esa pequeña, media y gran burguesía.
En su momento Pujol dejó de incluir a ciertos escritores en la nómina de "escritores catalanes", --escribís en castellano, vendéis mucho, hay que promocionar el catalán--. Marsé se unió a esa pléyade crítica con el provincianismo carlista-pujolista. Antoni Ribas, los Goytisolo, el fiscal Villarejo, Tarradellas y Federico Jiménez Losantos entre otros. Cada uno de su padre y de su madre pero todos viendo las maniobras orquestales en la oscuridad de Pujol, que llevaron al 27-O de 2017.
Ha muerto en Barcelona y ésta es la necrológica de El País.