11 abr 2015

Tragedia en los Alpes

El pasado día 24 de marzo, un avión de la compañía Germanwings, un Airbus A320 que volaba desde Barcelona a Dusseldorf, se precipitó hacia el suelo provocando la muerte a 150 personas que viajaban a bordo. Las primeras noticias, dada la forma en que se había estrellado el aparato, ya hicieron pensar en que no habría supervivientes y las declaraciones achacando el suceso a la reducción de las medidas de seguridad en las compañías Low cost se sucedieron. Sin embargo, pronto se supo que el avión había sido dirigido al suelo por el copiloto, un individuo psicopático y depresivo que decidió suicidarse acompañado.




Reproduzco un texto para recordar a las víctimas, acompañando el dolor de los familiares ante la triste realidad de la locura y de la muerte.



Antes de que cualquiera diga de forma crédula que la vida es un bien deseable o digno de agradecimiento, debería comparar con calma la suma de las hipotéticas alegrías que un hombre puede disfrutar durante su vida con el número de penas que pueden sobrevenirle. El balance es obvio. Aunque, en última instancia, es inútil debatir sobre si hay más cosas buenas que malas: la simple existencia del mal es decisiva, si tenemos en cuenta que éste no puede ser suprimido por aquello otro bueno que exista de forma contemporánea o en un futuro y, en consecuencia, tampoco puede ser compensado.




"El Mundo como Voluntad y Representación"



Arthur Schopenhauer.

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