27 dic 2011

Francia y la memoria histórica

Existe una curiosa Ley francesa que se empeña en organizar la Historia según dictamine una especie de sanedrín de historiadores oficiales, de manera que quien no esté de acuerdo con la Historia oficial puede ser condenado a multas e incluso a la cárcel.










Así, es posible ser condenado en Francia por discutir ciertos aspectos del holocausto judío en la Segunda Guerra Mundial.










En España se puede discutir todo en el plano científico, pues prima la libertad de expresión, salvo la apología del delito o la burla descarada a las víctimas.










Ahora, han elaborado una nueva Ley que prohíbe discutir cualquier desacuerdo con lo admitido en relación con el holocausto armenio. La reacción de Turquía no se ha hecho esperar, han resuelto reconsiderar airadamente las relaciones con Francia.









Lo que quería el poder francés ya está resuelto; recuperar terreno electoral respecto a la llamada extrema derecha francesa, ganar los votos de los francoarmenios e impedir una posible candidatura turca al Mercado Común.










No simpatizo con los turcos, pero creo que no se puede dictaminar la Historia por Ley; hoy les toca a ellos, mañana a nosotros.

21 dic 2011

Balanza de poder en Europa

El gran historiador británico, de origen judeoaustríaco, Eric Hobsbawm escribió en el año 2000 un detallado análisis del desarrollo de la nación-estado en los últimos 200 años.






















Se trata de la construcción del Estado moderno, que se produce en Europa occidental en la Edad Media, a medida que el feudalismo, entendido como una forma de reparto del poder, va siendo superado por una centralización a manos de la Monarquía y con el surgimiento difuso de un patriotismo salido del antiguo tribalismo xenófobo.











De esta forma, la Universitas Christiana será sustituida por los Estados; distinguiendo la época marcada por el mercantilismo de origen, que soportará los grandes imperios europeos hijos del Romano que muere, al contrario que el Chino, el cual ha sobrevivido hasta nuestros días.













En los siglos XVI, XVII y XVIII hasta mediados del XIX, se van construyendo los Estados en cuanto realidades en alianza entre el trono y el altar y creando las economías de escala que posibilitarán el mercantilismo.













Con el Imperio Napoleónico y la promoción del mercado libre de Adam Smith, resultado de los estudios de una economía entonces emergente y disolvente para la economía de escala nacional e incluso de Imperio colonial, se producirá una nueva fundación del mundo; de manera que la ideología revolucionaria romperá esta alianza del trono y el altar, buscando la realidad de una nueva religión, la religión del Estado, y una nueva reunión de los territorios en un súper Imperio mundial.












A pesar de los esfuerzos
de las potencias vencedoras de Napoleón en Waterloo por crear un nuevo orden mundial, el Congreso de Viena apenas podrá poner coto a la acción revolucionaria en los terrenos social, económico y político del mundo postnapoleónico.








Tras el engañoso periodo entre 1815 y 1870, se producirá el tremendo estallido de violencia de los nuevos estados con la nueva ideología. Surgirá una Francia que competirá con la nueva Alemania por la hegemonía europea, surgirá una Italia unida como factor fundamental en el Mediterráneo. Esta realidad minará los viejos Estados mercantilistas sin destruirlos del todo (se adaptarán), con mercados de economías de escala, primero regionales y luego continentales, que se compadecerá con el surgimiento de las pequeñas nacionalidades tras la I Guerra Mundial.










El mundo se va a articular en el equilibrio de tres fuerzas: unos Estados que luchan por adaptarse a la nueva realidad, potenciando un espacio de escala continental, unas súper naciones que aglutinan imperios ideológicos o bloques y estructuras económicas mundiales de poderes financieros; siendo las grandes empresas dependientes de los Estados y de los poderes financieros.









Tras la Segunda Guerra Mundial, con el enfrentamiento a tres bandas entre el Eje, la URSS y los USA, emergerá un mundo bipolar al que hemos llamado de la Guerra fría o de bloques. El nacimiento del Mercado Común, con el Acta Única de los años setenta, y el hundimiento de la URSS y del Imperio Soviético, con el resurgimiento del viejo hinterland alemán por la UE, suponen un cambio de magnitud estratosférica que además se acompaña de una brutal globalización y reordenamiento de las poderes en Europa.








Alemania, gigante económico, se convierte en gigante político por su unidad y recupera su posición de liderazgo político cuando digiere al Este, con ayuda de la UE y del euro, hasta quedar en mejor posición respecto a la crisis y con su hinterland abierto en la UE.









La posición solitaria de Francia con un occidente de la UE hecho unos zorros; España, Portugal, Irlanda, Italia y Grecia (El Benelux a medias con Alemania) e Inglaterra a medias en términos transatlánticos.










Nuestras nacionalidades: Cataluña y Euskadi confían en la UE y en el mercado cautivo pero ¿será verdad lo que piensa López Tena o Francia se llevará el gato al agua?









Las realidades internacionalistas en todos los planos: caritativos y políticos, desde Al Qaeda hasta la Alianza Atlántica; los poderes emergentes en China, la India, Indonesia, Turquía, Iberoamérica, el sudeste asiático y los países productores de petróleo, cambian radicalmente la escena mundial.













Éste es el panorama estratégico en el mundo y la Europa de la crisis.

15 dic 2011

Nuevos pilares

Ahora que se va a producir la toma de posesión del nuevo gobierno, voy a exponer lo que creo que deberían ser los pilares de nueva política en España.







Dada la grave situación de endeudamiento que padece España, será necesario reducir el déficit de las administraciones públicas empezando por racionalizar su número; es necesario reducir el número de ayuntamientos sustituyéndolos en su caso por mancomunidades o por las provincias; hay que evitar la duplicidad de competencias, clarificando su ámbito, y hacer que el Estado (la Administración General del Estado) recupere la competencia de sanidad por coherencia económica y participe en el ejercicio de la de educación por cohesión política.








Se deben derogar todas las leyes transversales, ajenas al programa de su partido, hechas unilateralmente por Zapatero. Se debe poner en claro la autoría intelectual y las incertidumbres derivadas del 11M, así como la oscura negociación con ETA para ver si hay responsabilidades penales.









Se deben suprimir la mayoría de los puestos de confianza y discrecionales salvo casos singulares de gran necesidad, serán sustituidos por puestos funcionariales de libre designación, en los ámbitos próximos a la política, y por puestos por concurso en los otros ámbitos de la estructura.









Deberán desaparecer la mayoría de las empresas públicas de servicios y los organismos autónomos salvo estricta necesidad. Dentro de la reducción de gasto se deberá aprobar una normativa de techo presupuestario y limitación del gasto suntuario, primando la inversión; se congelará la plantilla de las administraciones públicas redistribuyéndola según necesidad; toda restricción salarial deberá realizarse junto a un plan a plazo para recuperar el poder adquisitivo.









A partir de 2012, absoluta prioridad para el pago de las facturas pendientes a particulares y empresas con restricción y control para contraer nuevos gastos. Se racionalizará y saneará el sistema bancario con fusiones y recapitalización a devolver, se convertirán las cajas de ahorros en bancos privados. Se suprimirán las cámaras de comercio y rurales.









Se garantizará, incluso con intervención de la banca pública, crédito a las pymes. Se responsabilizará a los gestores públicos y privados por la mala gestión debiendo incrementarse las penas por delito económico; se facilitará la actuación judicial pública y privada contra los funcionarios públicos y gestores, sin perjuicio de la responsabilidad patrimonial de la Administración, modificando la Ley 30/92 de RJAP y PAC.








Se procederá a garantizar la independencia del poder judicial incluyendo el ministerio fiscal. Se procederá al saneamiento y privatización en su caso de las televisiones y radios públicas salvo las mínimas indispensables que actuarán sin publicidad con gestión políticamente autónoma.








Se procederá a crear un ejército reducido y tecnificado con un ámbito fuerte de industria e investigación militar, con potentes servicios de inteligencia, dando a los veteranos prioridad para trabajar en estas industrias.









Se reducirá y racionalizará el servicio exterior contando con la existencia del servicio exterior de la UE. Se creará una estructura organizada y despolitizada de los CFSE potenciando la información respecto a la represión. Se implementará una educación con creciente competitividad, potenciando el esfuerzo y la memoria de manera racional (Mnemosyne es la madre de las musas).








Se procederá a un plan de construcción de prisiones ya que si ha disminuido en España el temor de Dios y la importancia del honor propio deberá aumentar el temor a la Ley. Se procederá a reducir el ámbito de la negociación colectiva creando un nuevo tipo de contrato para los jóvenes y parados de resolución fácil y barata.









Por último, se reducirán las subvenciones a las ONG,s que no sean de caridad, a las asociaciones, partidos, sindicatos y organizaciones empresariales, fomentando la afiliación y el auto mantenimiento, dotándoles de tareas y funciones que les permita servir al trabajador que sólo se beneficiará de las ventajas negociadas si está afiliado. Se reducirá la ayuda internacional a ámbitos de estricto interés cultural, económico o estratégico español.









En relación con la UE, se propugnará un regreso al antiguo MCE, con respeto a los ámbitos del principio de subsidiariedad, se analizará si es conveniente permanecer en el Euro o proceder a la manera de los británicos.

5 dic 2011

Pamplona

He leído, últimamente, el libro de Miguel Sánchez Ostiz "La Nave de Baco"; los libros de este escritor, independientemente de su adscripción política, siempre giran alrededor de la ciudad de Pamplona que es, para bien o para mal, mi lugar de nacimiento. De Sánchez Ostiz había leído antes un libro de juventud "El Pasaje de la Luna" y una biografía de Pío Baroja que me gustó.





















En el libro se narra una delirante y disparatada historia sobre un posible hijo del pintor Gustavo de Maeztu, en la época de la Guerra Civil o en la inmediatamente posterior, con la investigación de su posible realidad; y esto hecho por encargo del hijo, que hasta ese momento lo había ignorado, pero parece que se ha enterado gracias a una revelación y quiere aclarar el asunto.


















Pamplona es una de las ciudades, como Zaragoza o Toledo, que fundaron los romanos en España. En el lugar donde nació no había nada, por carecer los naturales del país de conocimientos para trasladar agua al lugar; de haber existido una aldea vascona en la comarca, esta se hubiera situado junto al río Arga, en donde actualmente se encuentra el barrio de la Chantrea.

















La ciudad fue creciendo desde campamento romano a ciudad romana y luego a ciudad goda, sede episcopal, fortaleza islámica hasta llegar a la Edad Media. En la reconquista, los cristianos del norte de Navarra iniciaron su asedio para convertirla en capital del reino de Pamplona primero y luego de Navarra.


















Entre los acontecimientos destacados aparecen, en el siglo XIV, las llamadas guerras de los burgos que enfrentaron a unos barrios contra otros, los barrios de origen navarro con los de origen franco; los francos se habían trasladado al norte de España a realizar tareas y servicios en el camino de Santiago.


















En época de Felipe II, se construyó la ciudadela de una Pamplona fundamental en la estrategia de España frente a Francia, esta fortaleza es muy parecida a la de Jaca construida por la misma razón.



















En la etapa, mucho más próxima, de las guerras carlistas, Pamplona tenía unos 40.000 habitantes, bastantes más que San Sebastián o Bilbao. Luego, perdió el tren de la industrialización para recuperarlo más tarde y, ahora, es una ciudad que aglutina un núcleo con poblaciones periféricas de unos 200.000 habitantes.


















Sánchez Ostiz sueña con una Pamplona que evidentemente sólo está en su imaginación; en su novela aparece el barrio de Biargieta, un barrio mítico de prostitutas negras que hablan vascuence, de fumaderos de opio y cafés cantante, un mundo de nacionalistas vascos tolerantes, de cuadrillas de trabucaires españolistas y de escuadras de falangistas, que extrañamente se prolonga hasta ahora.



















Profesa, Sánchez, un "odio" visceral a la antigua alcaldesa de Pamplona Yolanda Barcina y de paso a todo lo que ella haga y a quien se le ocurra homenajear.







"Ese de Biargieta es mi barrio favorito. Ando buscando en él una casa a donde mudarme para lo que me quede vida. Me he acordado de él estos días que he visitado a Antton Basurde, un viejo amigo de la infancia, viajero varado y comerciante de viejorrerías en la calle de San Prudencio o de los Peregrinos. Y es que ese pequeño barrio tiene abiertos hasta muy tarde en la noche, en las del otoño-invierno sobre todo, algunos comercios cuyas vitrinas la iluminan a trechos".










Tiene Sánchez la manía literaria de recrear un barrio de Pamplona inexistente en el que aparece la historia como debió ser y no como fue; tiene la idea de que hay un hilo de Ariadna que une a todos los navarros perdedores de las diversas guerras civiles; se identifica, más o menos, con un tío suyo separatista navarro y olvida su familia carlista y a los mismos carlistas tan responsables de la represión en la época de la Guerra.
























En su blog (http://vivirdebuenagana.blogspot.com/), coloca en analogía una foto de Camps junto con el "Bigotes" y la compara con otra foto en la que aparecen Franco y Millán Astray con la idea de crear un vínculo entre la derecha actual y el peor franquismo.










La verdad es que no sé que le paso en ABC para haber desarrollado estas fobias y estos hábitos. Quizá tenga que ver con su trabajo en el Diario de Noticias.

Garzón y el franquismo

Lo que se autodenomina izquierda continúa utilizando el franquismo como arma de confrontación política; Garzón, el juez acusado de prevaricación que va a ser juzgado por no haber respetado el privilegio abogado cliente en el caso Gürtel y por no haber respetado la competencia de los tribunales superiores de justicia de las CCAA en el caso de las desapariciones del franquismo, entra en escena y acusa a la sociedad española de ser "franquista".



















Garzón: "El franquismo en España todavía está vivo"
. El magistrado ve "complicado" que otro juez investigue los crímenes de la dictadura franquista y defiende que hizo "lo que tenía que hacer".


















El franquismo es el pensamiento político particular de Franco, cuya expresión más pedestre es la famosa máxima:
"haga como yo, no se meta en política"; es decir, simplicidad, ideas comunes a cualquier hombre conservador de su tiempo. Sus maneras de hacer política estaban organizadas por un amplio aparato político y tecnocrático, que actuaba bajo criterios políticos o económicos muchas veces al margen de Franco que reconocía su ignorancia.



















El aparato institucional del franquismo, sus leyes fundamentales, están derogadas por la Ley de Reforma Política de 1976; y ésta misma y las otras, por si acaso, lo están en la disposición derogatoria de la CE de 1978. La acción política de Franco era excepcional a su propio régimen, de manera que sólo cuando murió entraron en vigor las disposiciones de su régimen en toda su extensión. En cuanto a las masas de admiradores suyos, los que combatieron en su ejército, o están muertos o completamente fuera de órbita.




















El franquismo es pues una parte de la historia de España que es conveniente estudiar y asumir, como todas las que han dado lugar a nuestra realidad actual.

4 dic 2011

Quinto Sertorio

"La Historia la escriben los vencedores”. Esta frase anónima cobra una especial relevancia cuando nos aproximamos a la figura de Sertorio, el general romano que hizo de Osca, actual Huesca, la capital de su imperio. Vilipendiado por sus contemporáneos, habrá que esperar casi treinta años para encontrar una referencia favorable a su persona, y a que posteriormente sea ensalzado como héroe nacional por la literatura hispana.






















Descubriremos que fue un personaje carismático que supo aprovechar las circunstancias y, gracias a sus más que notables dotes militares y de mando, logró llevar a cabo una empresa de enorme envergadura en pos de un ideal romántico, en una época en que la República se desmoronaba bajo su propio peso, creando el germen del futuro Imperio Romano.










Quinto Sertorio, Quintus Sertorius en latín, nació en el seno de una familia humilde de Nursia, en el país de los sabinos, una región tectónica en el corazón de los Apeninos. Su parentesco con el famoso Cayo Mario, junto con sus destacadas dotes de orador y soldado, le sirvieron para labrarse una próspera carrera militar.



















Destacó, desde bien temprano, sirviendo en la guerra contra Cimbrios y Teutones. Allí se infiltró entre las líneas enemigas como espía para recabar información, lo que le sirvió para ganar reconocimiento y el ascenso a tribuno bajo el mando del pretor Didio en Hispania.









Un nuevo capítulo en su etapa hispana le hizo ganar fama tanto en la provincia romana como en la urbe. En pleno invierno, las tropas romanas acampadas en Cástulo, ciudad celtíbera capital de Oretania, localizada muy cerca de la actual Linares, cometieron numerosos atropellos, llevando a los habitantes de la ciudad, con auxilio de sus vecinos de Oresia, Oretum, a sublevarse contra los opresores.




















En desbandada y con sus fuerzas mermadas numéricamente, Sertorio consiguió reunir efectivos suficientes para someter ambas ciudades por sorpresa, mientras todavía celebraban su victoria. La hazaña le reportó el ascenso a cuestor y la corona gramínea, la máxima y más rara condecoración militar otorgada durante la República y principios del Imperio. Reservada únicamente a los generales o comandantes capaces de salvar un ejército entero, la corona se elaboraba con flores, hierbas y cereales, recogidos y trenzados en el mismo campo de batalla.










En la Guerra Social o Mársica (91-88 a.C.) siendo ya legado, quedó tuerto y, cuando se declaró la guerra civil de Mario y Cinna contra Sila, mandó uno de los ejércitos, del bando de su tío, que tomó Roma. Mucho más moderado y disciplinado, su ejército quedó al margen de las matanzas contra los partidarios de Sila y regresó a Hispania como procónsul.


















Una vez que Sila recuperó el control de la República para el bando de los optimates, aquellos que habían ayudado a los populares se convirtieron en renegados, entre ellos Sertorio, que desde Hispania dirigió la lucha contra la dictadura de Sila, en las llamadas Guerras Sertorianas (83-72a.C.).









Aquí será donde se fragüe la leyenda de Sertorio, quien supo ganarse a los hispanos con rebajas de tributos, un trato afable, y librándolos del hospedaje obligatorio de tropas que tantos quebraderos de cabeza traía a los provinciales, creando un eje central de su presencia en Hispania con Llerda, Osca y Calagurris. En la capital oscense intentó recrear su ideal republicano a través de la creación de un Senado de trescientos miembros e, incluso, proporcionó una Academia donde los hijos de los nobles indígenas aprendían las costumbres y las formas de vida romana, llegando a vestir la púrpura.



















Independientemente de la legitimidad de las reivindicaciones sertorianas, lo cierto es que todos los autores coinciden en la personalidad y carisma del general romano, así como en sus más que demostradas dotes de mando, como demuestran los escritos de César (50 a.C.) De bello Gallico y De bello Civile.




















En sus páginas, César habla de compañeros de Sertorio que se unen a él, dando muestra de la juventud de los seguidores de Sertorio, que en época de César todavía estaban en edad de combatir y de los que dice eran: “muy expertos en el arte militar, haciendo la guerra a la romana”. Aunque no se han conservado testimonios escritos de primera mano procedentes de personajes históricos que vivieron el conflicto en persona, se sabe que fueron utilizados por autores posteriores, en su mayor parte con una tendencia favorable a los vencedores de la contienda, ya que no se encuentran textos prosertorianos hasta las historias de Salustio (44-35 a.C).









Salustio, profusamente popular, su oposición a los optimates de su tiempo le llevaron a ensalzar a César y Sertorio, a quien veía como precursor del primero, en un intento por rehabilitar la figura del sabino, ya que unos años antes Diodoro Sículo, en su biblioteca histórica, había iniciado la tradición antisertoriana, incidiendo en el comportamiento vil, fraudulento y tiránico del personaje, revelando como solución lógica a la trama el complot para asesinar a Sertorio.





















Una tradición cuyo mayor exponente será Tito Livio para quien, en su Ab urbe condita (29-17 a.C), el protagonista indiscutible del conflicto será Cneo Pompeyo que representa al Senado, y por consiguiente a Roma. Para Livio, todo el que quedaba fuera del Senado o se opone a él es un enemigo del pueblo romano. Una de las claves de esta bipolaridad, según D. Gillis, será el criterio a seguir a la hora de considerar legal o no el gobierno de Sila: optimates frente a populares.

La industrialización en España

Como he comentado muchas veces en este blog, la industrialización es consecuencia de la deriva filosófica, religiosa e ideológica de la Civilización Occidental. En el momento en que nace, ésta es Europa solamente, pues América apenas comienza a ser tierra de colonos.





















La industrialización es hija del comercio que en Europa se desarrollaba en el Mediterráneo y en el norte (Liga Hanseática). Los cambios acelerados de la crisis de los siglos XIV y XV dieron lugar a ideas como las de Guillermo de Ockham que comienzan a poner las bases de los cambios a los que se verá sometida Europa con la reforma protestante.

















Como ha aseverado el historiador británico Hugh Trevor-Roper, son las minorías religiosas: católicos, protestantes o judíos, según las zonas, las que por razones de necesidad y no de deseo estimulan el comercio, la industria y los negocios.









Cuando las circunstancias económicas van bien, los cambios se producen con intensidad pequeña y solo cuando se juzga imperiosa o muy interesante su necesidad, manteniéndose las estructuras antiguas pues, de todos es sabido, que cambiar es costoso; si el crecimiento es próximo a cero no se cambia nada y se mantienen las estructuras; si hay crisis, es entonces cuando se producen los cambios acelerados pues el mantenimiento de las estructuras antiguas tiene un coste que no se puede asumir y la necesidad aprieta a los cambios.









Como nos demostró Pierre Bourdieu, todo esto cambió la faz primero de nuestra cultura occidental y luego del mundo entero empujado por Occidente; aunque supuso en Europa, y en el resto del mundo, la destrucción de la sociedad tradicional.


















En España, cuando se pusieron las condiciones para el cambio, dos regiones destacaron, por distintas razones, en la aparición de una industria más o menos fuerte. Una de estas regiones es el País Vasco donde la pobreza de la tierra y el mayorazgo determinaron la búsqueda de soluciones cuando la salida hacia el ejército y la Iglesia ya no era suficiente para los segundones.


















La aparición del crédito con interés, la suspensión de la nobleza para practicar oficios innobles y la llegada de los normandos a Bayona, con el consiguiente auge de la navegación para la pesca y el transporte, pusieron las bases para el posterior crecimiento del alto horno vasco, facilitado por las minas de hierro y carbón del norte peninsular.
















En Cataluña, región cuya costa se había dedicado al comercio mediterráneo en la baja Edad Media, el hundimiento de las rutas comerciales produjo una fuerte retracción de los negocios, pero la liquidación de las restricciones forales con los decretos de Nueva Planta ayudó a superar los efectos del mayorazgo con difíciles salidas. Se abrió a los segundones un campo estimulante a la acción empresarial; así mismo, los catalanes pudieron trabajar, a partir de ahí, en las colonias americanas y a eso hay que añadir el crédito con interés.

















Madrid, ciudad que se constituye en capital de España bajo el reinado de Felipe II que huye de la presencia opresiva del alto clero y del ejército en Toledo, es el resultado de la búsqueda de un poblachón manchego, en altura, con abundancia de agua y buen viento de la sierra, provisto de agricultura, ganadería y buena feria. El rey Felipe situará su administración en las proximidades y creará nuevos barrios dedicados al transporte y al comercio.






























Madrid crecerá con la Administración y con todos aquellos que necesiten tratar sus negocios con ésta, ya sean vascos o catalanes, lo que a su vez potenciará la artesanía primero y más adelante la industria.

2 dic 2011

Caparralde

En 2011, un grupo de esforzados historiógrafos navarros ha presentado una demanda en la ONU contra el Estado español por la invasión de Navarra en 1512. Desconozco la respuesta de la oficina, suponiendo que haya habido respuesta pues me han dicho que estaba dirigida por los gadafistas y no creo que ahora tengan tiempo para esa cuestión.


















Como estoy seguro de que la ONU no ha actuado como debería, es decir indicando a los denunciantes que por irretroactividad la ONU no puede intervenir en cuestiones anteriores a su existencia o que el tema ha prescrito, 500 años después, seguro que los abogados de la legación española han tenido que enviar documentación a propósito de bulas papales, beamonteses, derechos, etc.




















Quizá la velocidad del trámite es lenta debido a que la ONU está investigando las violaciones llevadas a cabo en las incursiones de los vikingos en la primera Edad Media, ya que tal asunto tendría sin duda prioridad por afectar a la violencia de género. Desde luego, habrá que pedir responsabilidad extra contractual a los constructores de cañones en la ferrerías guipuzcoanas sobre los abusos cometidos por los servidores de los citados cañones.































Dicen que Euzkadi se divide en Iparralde (el norte) y Hegoalde (el sur), pero creo que debe existir una tercera región con gentes como estos historiadores, región por cierto muy poblada; su nombre: Caparralde.

La corrección política

Estamos asistiendo a la extensión exacerbada de los términos eufemísticos, políticamente correctos. En el pasado, también era corriente utilizar términos indirectos para señalar cosas desagradables, pero fue Gramsci quien teorizó sobre el control del lenguaje y la cultura para hacer la revolución; hoy en día se utilizan para fabricar la gilipollez.






















Periódicamente voy a exponer algunos de ellos, sobre todo los que están de moda hoy en día, pero sin perder de vista los del pasado reciente como la discriminación positiva en la época del Presidente Johnson en los USA.
























Si os fijáis en los bares, restaurantes, chiringuitos y pubs cuando tú pides lo que quieres tomar los camareros, perdón "los empleados de hostelería", lo llaman la comanda. ¿Qué querrá decir eso? Pues muy sencillo, la palabra orden que es lo que hay que decir en román paladino suena demasiado "facha", ¿no? Es muy militarista, de la época en la que el ejército no era una ONG pacifista. No, lo llamaremos comanda como en francés commande o en inglés command que, no se lo digáis a nadie, quiere decir orden.
























Otra palabra bendecida es la de emprendedor. Ésta sustituye a la palabra empresario; como todos sabemos un empresario es un individuo más bien mal encarado, de mediana edad y un poco fondón, siempre con un puro en la boca, que con su dinero o con créditos monta una empresa con ánimo de ganar dinero, que disfruta explotando a la gente y de vez en cuando echándola del trabajo y enviándola al paro.








Sin embargo, un emprendedor es alguien que ha tenido una idea ("bombilla") que le va a permitir, financiándose fundamentalmente con subvenciones administrativas, crear al menos un puesto de trabajo, el suyo, y a ser posible más, y que lo hace porque le gusta ver felices a los demás.










En la época de la transición, los que se autodenominaban izquierdistas no podían, debido a algún defecto intrínseco, utilizar la palabra que representa a nuestro país, es decir España, sino que utilizaban la palabra Estado español de manera que si hablaban de la selección de balonmano del Estado español parecía que hablaban de un combinado de funcionarios.






















Cuando Felipe González decidió desdecirse del "OTAN de entrada no" rápidamente todos empezaron a hablar de "Alianza Atlántica" o "NATO" como si no fuese lo mismo.







Hoy día, se habla de política de "género" para sustituir la palabra "sexual" que suena muy fuerte, de manera que parece una conversación entre gramáticos.







Más adelante continuaré, en otras entradas, hablando de este curioso fenómeno digno de la estupidez de los tiempos actuales.









¡Cómo los odio!

Las virtudes del campesinado

A finales de los años cuarenta, el economista alemán Wilhelm Röpke escribió un libro, "La Crisis Social de Nuestro Tiempo", en relación con la economía que él veía factible para defender a Europa del comunismo y de cualquier tentación de nacionalismo económico o nazismo, como la que le había obligado a emigrar durante la guerra.





















El trabajo de Röpke gira en torno a la necesidad de construir una economía de la sociedad y el hombre, y no de las teorías académicas. Me viene a la memoria esta obra cuando recuerdo el mito del rey Midas, aplicado a la madre de todas las crisis, no tiene por que ser ésta.





















Cuentan los griegos que en Frigia existió un monarca al que el mundo recuerda por ser el inventor del dinero; imaginemos lo que supuso ese invento a la hora de facilitar los intercambios y multiplicar la economía de los países; pero a Midas la ambición le podía y oró al dios Baco para que le concediera el poder de convertir en oro todo lo que tocase, y el dios le dio una lección. A partir de este momento, comenzó a convertir en oro los alimentos y el agua y hasta sus propios cabellos al mesárselos; por fin, el dios se apiadó de él y lo salvó de morir.





















Si una crisis se agrava no importa que tengas oro, aunque te sirva como valor refugio para después de la crisis, ya que no te salvará de morir hambriento. Röpke apostaba por compatibilizar, en el obrero, su trabajo con el mantenimiento de una pequeña granja de autoconsumo lo que produciría, según él, una desproletarización de la clase obrera.





















Desde luego, a nuestro hombre no le interesaba promocionar esa agricultura proteccionista que se reduce a cobrar subvenciones y a la que comparaba con un parque nacional; él quería un complemento económico y un espacio de libertad para el trabajador.

Agricultura vs bosque

Cuentan que mucho tiempo antes de la llegada de los fenicios, griegos y romanos a España, había en el solar ibérico pueblos cazadores recolectores y pueblos agrícola ganaderos.












































De ese enfrentamiento secular derivaría la oposición del Saltus Vasconum y el Ager Vasconum en Navarra; aunque en esa época reseñada, de la que nos hablan los romanos, ya todo el mundo se dedica a la agricultura y a la ganadería o a las actividades de lucha frente a la naturaleza para ganar sitio al bosque.


















Los cambios que comenzaron en el Neolítico, pero que aún hoy continúan, transforman a la humanidad desde unos pueblos que viven en la naturaleza a pueblos que la explotan. Hay que ver que incluso el nombre de Pirineos, cordillera en la que se ubica el Saltus Vasconum, alude a un incendio provocado por los pastores para ganar sitio al bosque; lo que demuestra la secular antipatía que el agricultor, agente de la civilización, siente hacia el bosque primigenio y la naturaleza salvaje.



















Es en el mundo de las leyendas y de los mitos donde se refleja en toda su crudeza esta lucha, pues la Historia y la Sociología son demasiado frías para sentir lo que verdaderamente supuso esta revolución.