2 oct 2016

Conflicto en el PSOE

En la ya centenaria historia del PSOE ha habido numerosas ocasiones en las que su vida transcurrió por la división, por lo que se suele decir que tiene dos almas pero que con el paso del tiempo no permanecen siendo las mismas. 
Su propio nacimiento como partido fue conflictivo pues salió de una escisión en agrupaciones anarquistas seguidoras de la primera internacional, siendo el PSOE integrante de la segunda. 
Con el tiempo el partido estuvo dividido entre los partidarios de la huelga general revolucionaria y los partidarios del parlamentarismo posibilista. El estallido y triunfo de la revolución rusa en 1918 tendrá un efecto divisivo en la Internacional Socialista cuya derivación en España será el nacimiento del PCE fundamentalmente con antiguos miembros del PSOE. 






Durante la II República se dividió entre prietistas y largocaballeristas, siendo los primeros partidarios de la conjunción republicano-socialista y los segundos de una revolución proletaria española. Al final de la guerra civil, el PSOE apoyó el golpe de Estado del coronel Casado contra el gobierno Negrín, también socialista y hombre de la URSS en España. 
En la transición, tras haber absorbido a la ASU, consiguió reunir en el seno del PSOE al PSOE histórico de Rodolfo LLopis, al PSP de Enrique Tierno Galbán y a la FPS de Enrique Barón, posteriormente importante "barón" del PSOE. En un momento estuvo dividido, sin que llegará la sangre al río, entre guerristas y renovadores admitiendo siempre en su interior una corriente de izquierda socialista, única legal en el PSOE. 






Ahora, a uno de octubre de 2016, en un espectáculo lamentable, los "barones" críticos han derribado al primer secretario Pedro Sánchez; Sánchez no ha sabido soslayar las lineas rojas que le impusieron tras las elecciones de diciembre de 2015: no debía pactar con independentistas y el congreso del partido se convocaría cuando hubiese gobierno en España; molestó a los críticos citando a las bases para cerrarse la puerta a una abstención (o apoyo) que posibilitara un gobierno del PP en minoría; la gran coalición funciona en Alemania pero no aquí. 
Finalmente tras perder votos (Rajoy los gana), después de las elecciones de junio, negocia secretamente un frente popular con los independentistas y PODEMOS, y convoca a las bases para acallar a los críticos, incumpliendo otra promesa. A todo esto el PSOE se convierte en irrelevante en el PV y en tercera fuerza en Galicia en sus respectivas elecciones autonómicas. 






En su haber: el haber reconducido las elecciones autonómicas y municipales consiguiendo que el PSOE recupere autonomías y ayuntamientos aliándose con PODEMOS. Sin embargo, no ha tenido en cuenta la necesidad de los "barones" regionales de aprobar presupuestos, ya que sin gobierno no es posible, con gran contrariedad de las redes clientelares. 




¿Qué ocurrirá? No se sabe; lo más probable es que se abstengan y haya gobierno, débil, del PP y se dediquen a reconstruir el partido y su liderazgo pero puede que a Rajoy le convenga convocar terceras elecciones. 
Si esto último no se produce la gestora del PSOE deberá negociar contrapartidas del PP como mantener su poder autonómico y municipal desplazando a PODEMOS que amenaza al Partido Socialista. 
Capítulo aparte es el papelón de PODEMOS interviniendo descaradamente dentro del PSOE, lo que nos da una muestra del talante totalitario de ese movimiento.

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