28 dic 2025

Al Andalus

Queremos en estas letras intentar explicar el fenómeno histórico de Al Andalus que, si bien es único en tiempo y lugar, se enmarca dentro de una tendencia intrahistórica, y hasta prehistórica, repetida y continuada



Lo cierto es que el origen de Al Andalus está en el periodo histórico consecuencia del imperio romano, ese imperio que consiguió denominar al mar Mediterráneo como Mare Nostrum que fue pagano, sincretista y cristiano y que finalmente impuso el cristianismo del concilio de Nicea.

Esas vías de comunicación, esos raíles culturales, económicos y sociales continuaron y en particular en el norte de África y en Hispania, por eso fueron utilizados por poderes políticos post romanos ya sea por el imperio romano oriental, en su intento de reconstrucción del viejo imperio, el mundo árabe medio oriental y por el mundo musulmán.
 

 

 

 

 

Los últimos tiempos de la antigüedad en el Imperio Bizantino discurrieron con enfrentamientos en las fronteras que lo separaban del Imperio Persa; durante siglos ambos imperios habían cooptado para sus ejércitos gran cantidad de mercenarios árabes que, con el paso del tiempo, habían colonizado las ciudades y pueblos fronterizos. En el caso del Medio Oriente se había producido una conquista virtual de los árabes; en Persia había y hay una extensa región fronteriza habitada por árabes que tiene por nombre Arabistán. La sociedad generada por esa arabización fue ensalzando la lengua árabe como lengua común y el árabe clásico se constituyó en la lengua de cultura. Paralelamente apareció en la región una nueva religión que venía a recoger los restos de antiguas creencias expulsadas de la ortodoxia por el Concilio de Nicea; era una religión simple que continuaba la reforma iniciada por el cristianismo; nace en el territorio árabe, es expresada en árabe, todo musulmán debe conocerlo, y se expande por todo el territorio de ambos imperios imponiendo el árabe como vehículo cultural. En ese tiempo van a desaparecer lenguas como el arameo, el siriaco y el hebreo antiguo. El latín quedará relegado a Bizancio y el griego queda como lengua secundaria de la ciencia y la filosofía. Vemos que, al margen de combates, el árabe y el islam penetraran por esas cañerías de comunicación física, comercial, cultural y militar hasta llegar en Occidente al Magreb en las mismas fronteras de Hispania.

 

 

 

En la historia se dan unas corrientes soterradas protagonizadas por los seres humanos pero ajenas a planificación; son tendencias intrahistóricas que ayudarán a acontecimientos históricos más o menos planificados. El movimiento a Europa desde el Este, los árabes hacia Mesopotámia, el norte tártaro sobre China y otros como el que nos va a ocupar; la presión Sur al Norte desde África hacia la Península Ibérica atravesando el Magreb.

Todo eso, y las necesidades y voluntad humana, va a ir cociendo la historia sin que el fin de determinados fenómenos y acontecimientos pongan a su vez fin a la propia historia y a estas tendencias.

Al Andalus aparece en el tiempo el año 711 de la era cristiana. En el contexto de una guerra civil entre facciones de los godos; elementos norteafricanos de diversas procedencias, gentes de habla árabe, tunecinos, bereberes del Magreb, mercenarios, germanos y eslavos, godos procedentes de la marca gótica del norte de África, todos ellos a las órdenes de un precario imperio o califato árabe heredero de Bizancio. 

Este asalto no fue el primero, otros habían sido rechazados (Wamba). 

A partir de ahí, el poderío musulmán se ira extendiendo por la Península hasta el sur de Francia. 

La religión musulmana empieza a organizarse teológicamente a partir del siglo noveno siendo la época de la conquista un tiempo legendario en donde se edifica la leyenda de la Hégira, huida de Mahoma desde La Meca a Medina en el 622 d.C. fecha de nacimiento del Islam. Los restos de arrianos, nestorianos, priscilianistas, maniqueos y hebreos en parte, etc. se adherirán  a la nueva religión mientras se estabilizan las bases religiosas del Islam.

 

 

La poderosa expansión musulmana se manifestará en Al Andalus con la constitución primero de un emirato independiente y después con el nacimiento del gran Califato Occidental. Un mundo de cultura, arte, ciencia y civilización que aglutinó a la Península y el norte de África, y en algún momento el sur de Francia. Un prerrenacimiento que pondrá en comunicación al naciente Occidente con las fuentes del saber clásico. Todo en el seno de un Islam que unirá los territorios del Imperio Bizantino y del Persa, salvando Bizancio hasta 1453. Un mundo que acogerá el sur de Italia, Sicilia, Grecia e islas del Mediterráneo. 

Pero las tendencias históricas cambiaron de sentido. Los canales de comunicación cultural del Occidente cristiano penetrarían con fuerza en la Península de la mano del Camino de Santiago, los núcleos de colonización de los cristianos, la pequeña aldea, irán penetrando en el territorio islámico centrado en la ciudad y todo eso a pesar de las innegables victorias militares del califato. Al final las tendencias disgregadoras de Al Andalus terminaran por destruir la unidad del mundo islámico hispano, hasta crear el Al Andalus de los reinos de taifas.

Tales Estados fueron el culmen del desarrollo artístico, arquitectónico, ingenieril y científico en Occidente y trayectoria de penetración de la cultura clásica en Europa pero militarmente y sociológicamente eran relativamente débiles, lo que favorecía la colonización cristiana. Pero Al Andalus todavía sobreviviría siglos ya que había que tener en cuenta la tendencia intrahistórica de la presión sur al norte.

 

 

En el norte de África esta tendencia que es demográfica, militar, social, étnica y económica se venía produciendo desde tiempo prehistórico; los grandes imperios supusieron un aparato de contención cuando eran fuertes pero esto no impidió su desaparición y transformación en su debilidad. 

En el momento en que el Califato Occidental entró en barrena, grupos de bereberes, habitantes de los desiertos y las sierras penetraron en el territorio cabalgando sobre su particular ansia de riqueza y expansión; financiados por los notables que intuían los tesoros del Imperio. El norte cayó como antes había caído el Imperio Púnico, los reinos númidas, el Imperio Romano y Bizancio.

 

De esas oleadas tres llegaron a la Península Ibérica, a saber: los Almorávides, Almohades y Benimerines, en tres épocas distintas retrasaron el final de Al Andalus. Los tres eran movimientos fundamentalmente bereberes (bárbaros en latín), austeros e integristas religiosos; unas veces más lo uno que lo otro. 

 

 

Los Almorávides llegaron a la Península en el 1086 llamados por los reinos taifas atemorizados por la potencia cristiana, eran brillantes en tácticas militares como la comunicación en la batalla y la utilización moderna de la caballería; desconocían la guerra marítima y no tenían armada pero esto se suplió con sus aliados taifas. Su ímpetu sólo fue frenado por las disensiones en África y la imposibilidad de revertir la colonización; llegaron hasta el norte de la Península pero sin persistencia.

 

Los Almohades pasaron a la Península llamados por los taifas pero su capacidad invasiva y militar era autónoma, su fortaleza les llevó a invadir Al Andalus en 1146 pero su rigorismo religioso, venido del Este, despertó suspicacias entre los taifas; los cristianos los derrotaron en 1212 en las fronteras de Andalucía pero un reino persistió en Niebla hasta su derrota a manos de los castellanos y los portugueses.

 

Los Benimerines, un movimiento tribal, llegaron a España llamados por la taifa granadina y fueron derrotados en 1340 en el río Salado, Cádiz; entrando después la Península, Europa y el mundo civilizado en un maremágnum de crisis climáticas, sanitarias, políticas y sociales que permitieron a la taifa granadina persistir, como único territorio políticamente islámico en España, hasta 1492.

A partir del siglo XV, el mundo musulmán entrara en una fase de autismo ideológico y esclerotización intelectual, cerrado en sí mismo y en su mundo; esto se dejará sentir en la Península y a partir de 1492 ya sólo se podrá hablar de un Al Andalus espiritual, el mudéjar.

 

 

Cuando el Cardenal Cisneros endurezca el trato a los musulmanes residentes en España, lo mudéjar mutará a morisco; centrándose los moriscos en determinadas actividades y oficios en los que se desempeñarán a pesar de los conflictos a veces cruentos como la Guerra de las Alpujarras en el siglo XVI (1568). Entre 1602 y 1614, los moriscos, y los judeoconversos acusados de judaizar, serán expulsados; en el caso de los moriscos encuadrados, escoltados y trasladados al norte de África. 

A partir de ese momento, Al Andalus deja de existir y ya sólo será un recuerdo, leyendas y más tarde objeto de estudio y reconstrucción de sus obras y trabajos. 

La historia no termina, el norte de África seguirá cambiando en su demografía y sociedad no importa que sea protectorado europeo o Estados independientes. También España y Europa irán cambiando, transformándose.

Todo eso ya es otra historia y no forma parte de la historia de  Al Andalus. 

https://amcselekt.es/blog/archivo-canal-historia/el-legado-arquitectonico-de-al-andalus-mapa/

https://repositorio.uam.es/bitstream/handle/10486/683656/REIM_24_10.pdf?sequence=1&isAllowed=y 

https://www.alandalusylahistoria.com/?p=317 

https://revistadehistoria.es/andalucia-y-el-imperio-romano-de-oriente/ 

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