25 abr 2020

Crisis económica y globalización

La situación en que ha desembocado el confinamiento es catastrófica. España se debate frente a una crisis producto de la paralización de actividades comerciales, que durante 15 días también lo ha sido de actividades industriales. Sólo los servicios esenciales funcionan en la esfera pública y la privada. La economía cruje ante el crecimiento del paro y de los "ertes", la deuda española aumenta hasta cerca del 110% del PIB y los muertos siguen alimentando la fúnebre estadística. 
La posibilidad de una respuesta en V, cuando decaiga la pandemia, es una ingenua ensoñación. 




La medida más drástica se hubiera podido evitar haciendo caso de los avisos procedentes de China y de la OMS; confinamiento selectivo de ancianos y enfermos, uso generalizado de mascarillas, epis de calidad para los sanitarios, pruebas en número suficiente para detectar enfermos y grupos de riesgo (se compraron mal más de 600.000 de mala calidad), y cese de actividades masivas; mítines, manifestaciones, bares y restaurantes pero durante poco tiempo, siendo sustituido después por mantener el alejamiento.





La globalización permitía un mundo en crecimiento que conllevaba una mejora del nivel de vida general pero se ha impuesto la realidad del dumping social.
Los atentados del 1 de septiembre (2001) supusieron poner en pie de guerra a la humanidad contra el terrorismo, poniendo los intercambios bajo vigilancia. 
La deslocalización favoreció la economía especulativa, en el primer mundo, incrementando la formación de burbujas; y ahora el "virus" impedirá los movimientos turísticos libres durante mucho tiempo (15% del PIB español), las lineas de aprovisionamiento de bienes de equipo, piezas para fabricar, han demostrado los puntos flacos de la economía globalizada. 




La libertad de información se resentirá ante los conflictos políticos que se van a destapar. 
Para finalizar, la civilización que conocíamos ha embarrancado. Los partidos se van a aferrar al poder ya que tendrán miedo de desaparecer y vendrá una época de paro y deflación. Pasarán 4 años antes de que siquiera se empiece a ver algo de luz.
Tiempos oscuros que no auguran nada bueno.





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