Deconstrucción: Un mundo nuevo

En 1934 se publicó un libro que había sido pensado, y vivido, mucho antes; la obra, "El Mundo de Ayer", reflejaba los cambios ocurridos sobre la vida de los europeos en el periodo de entreguerras. El autor, Stefan Zweig, veía con nostalgia la sociedad que había surgido tras la finalización de las guerras napoleónicas.
Es verdad que antes de la Primera Guerra Mundial ya se manifestaban síntomas de crisis pero era posible pasarlas por alto si eras un simple ciudadano con la vida encarrilada. Luego ya no, y apareció en todo su esplendor el mundo de la rebelión de las masas, la Segunda Guerra Mundial y la guerra fría.

La crisis del coronavirus viene a completar el cambio radical ocurrido tras el final de la guerra fría; no hay fin de la historia ni globalización económica estable, al menos como creían los optimistas.

Y es que a partir del cese del confinamiento, el mundo, sobre todo nuestro mundo "occidental", no va a tener nada que ver con el pasado inmediato. Esto será no sólo por los cambios obligados por la pandemia, y hasta la aparición de vacunas o tratamientos, sino por la propia psicología de masas vivencial y por la utilización espúrea de la ocasión para implantar un nuevo orden, aparentemente basado en la ciencia pero en realidad enraizado en el mito fanático de una élite autoelegida.

"La conquista de la naturaleza por el hombre, si los sueños de algunos planificadores científicos se hacen realidad, significará la dominación de unos pocos cientos de hombres sobre miles y miles de millones de hombres".

C.S. Lewis

PD. Genealogía del NOM.

En este epígrafe voy a intentar explicar el origen del paradigma ante el que nos encontramos.

La historia de las clases medias, aquellas que por su capacidad, trabajo y suerte son las beneficiarias de una parte del incremento de la riqueza, son periódicamente confiscadas, sin justiprecio alguno, por las diversas élites económicas en las sucesivas "posguerras"; y no me refiero a grandes banqueros ni empresarios sino a los detentadores secretos del orden mundial. Así ocurrió con los fondos prestados por Alemania antes de la Primera Guerra Mundial y luego con la crisis del 29.

La inteligencia y capacidad de trabajo, y las necesidades del mercado, hacen surgir una nueva clase media como ocurrió en Europa tras la recuperación de la Segunda Guerra Mundial y el plan Marshall, en 1947; la riqueza y el crecimiento fue expropiado poco a poco, escondido detrás de la carrera de armamento y de las guerras de Corea y Vietnam. Con parte de los beneficios se inició la carrera espacial y los USA llegaron a la luna, se hicieron las grandes inversiones DARPA y "la guerra de las estrellas".
Nixon dio un nuevo giro al expolio que vino a profundizar el sistema de Bretton Woods, eliminando el patrón oro, que era ya puramente nominal, y dando paso a la crisis provocada por el aumento de los precios del petróleo, propiciada por las grandes compañías productoras.

Las crisis de los ochenta, noventa, Rusia, Chile, Argentina, el sudeste asiático, Brasil, las punto com... y las guerras del golfo, Irak, Afganistán etc. han servido en parte para esta tarea.
Élites más ricas y dinero para inversiones estratosféricas; freno al mundo desarrollado e incremento del desarrollo del tercer mundo.
Los últimos capítulos están constituidos por acciones cada vez más torpes; la crisis de 2007 con las subprime que debería haber llevado a la cárcel a los gestores de las agencias de rating, las subidas de impuestos con la economía verde del cambio climático y ahora la crisis del coronavirus, con el confinamiento y el subsiguiente hundimiento económico, como antes habían sido las insuficientes alarmas pandémicas (gripe aviar, SRAS1...).

Muchas veces las crisis surgen solas, es necesario simplemente alimentarlas y torearlas a favor de determinados objetivos, y ésta es un nuevo avance que no sabemos qué objetivo tiene en el punto de mira.

No hay que olvidar que todo cambia y la historia se acelera en tiempos de crisis.