13 jul 2020

La santa pobreza

Asistimos asombrados a la realización de un cambio revolucionario propiciado por las élites dirigentes. La pobreza es bella; en realidad todo empezó en los años sesenta del siglo XX, cuando se puso de moda la contracultura, el ecologismo y la izquierda naíf. El consumo era alienación que la "clase" capitalista otorgaba al pueblo, los "libres" lo deploraban; vuelta a la naturaleza.





Esta manera de pensar no era afortunadamente mayoritaria, se consideraba un sarampión juvenil, pero el tiempo ha pasado y la guerra cultural está siendo ganada por estas gentes, ahora provectos senadores del sistema. 
La pobreza es buena; habrá dos economías, una de élite para los "eugenestas" neomaltusianos y el pueblo esperará su desaparición cobrando una subvención y con cartilla de racionamiento. La plebe no viajará, no hará turismo, no trabajará ni disfrutará de lo bienes sino que éstos y la vida serán propiedad de las "élites" dirigentes.





No dejar de aprovechar una buena crisis. Tras la de 2007, el confinamiento en 2020. Las crisis acelerán los cambios que serán aderezados con una inmigración masiva desde el antiguamente llamado tercer mundo; el caos reinará entre los pobres que vivirán entretenidos por sus televisiones y programas. Todos esperando la desaparición de la "antigua normalidad" y del "hombre viejo". Es el futuro radiante y eugenésico de la élite neomaltusiana.
 
 

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