Es difícil definir que es un Estado independiente en un mundo de grandes imperios, supernaciones y bloques. La definición de nación independiente podría ser: "aquella que consigue hacer creer a los depredadores imperialistas que el coste de atacar es superior al beneficio obtenido, que además se puede sustituir por un beneficio suficiente conseguido de forma pacífica".
De esta forma, la España salida de la Guerra Civil pudo ser no beligerante y después neutral en la Segunda Guerra Mundial, dado que cualquier acción contra España podría haber despertado una reacción de otras superpotencias creando nuevos frentes y una respuesta dura de la propia nación española. Tras la guerra mundial el mundo entró en una época de supernaciones tecnológicamente desarrolladas con bloques de aliados que encarecían la posibilidad de mantenimiento independiente de las pequeñas naciones. Países como Suecia lo lograban por su riqueza y capacidad militar, otros como Austria y Finlandia lo eran gracias al acuerdo de las superpotencias, pero el análisis que entonces hizo el gobierno español no fue satisfactorio dadas las condiciones económicas, sociales y políticas de la nación; se decidió, no sin cierta contestación en el seno del gobierno, entrar en el bloque de los Estados Unidos; Franco comentó a Carrero, "si hay que casarse, hagámoslo con la rica del pueblo". De esta forma España dejó de ser una nación con suficiente independencia y pasó a ser un protectorado norteamericano.
Los acuerdos, firmados en 1953, derivaban a una dotación económica para rearmar al ejército español, el alquiler de bases militares: Torrejón, Zaragoza, Morón y Rota, así como apoyo político, de mercado e inteligencia; sí, ya que la embajada de los Estados Unidos en Madrid creció y se extendió en forma de locales destinados a organizaciones y empresas detrás de las cuales, de una forma u otra, estaba la administración norteamericana. No cabe duda de la intervención norteamericana en el asunto de Sahara Español, la tutela de la transición, la captación del príncipe Juan Carlos y la definitiva entrada en la OTAN en la época de Calvo Sotelo.
La situación geográfica de España la ha hecho apetecible al bloque "occidental" y hasta ahora.
La
relación de España con la OTAN ha sido un tema complejo y multifacético
desde que el país se unió a la Alianza en 1982. La adhesión a la OTAN
marcó un hito en la política exterior española con largo tiempo de tradición neutral, ya que representó un
compromiso con la defensa colectiva y la seguridad en el contexto de la
Guerra Fría. A lo largo de los años, España ha participado en diversas
misiones y operaciones de la OTAN, lo que ha reforzado su papel en la
seguridad europea y transatlántica. Desaparecida la guerra fría, la OTAN dejó de ser una alianza defensiva occidental para pasar a ser un tentáculo de los intereses del estado profundo useño.
Sin embargo, esta relación ha estado marcada por tensiones y debates internos. La entrada
de España en la OTAN fue controvertida y generó un amplio debate
público, con movimientos pacifistas que se oponían a la militarización
del país. Cuando el PSOE accedió al gobierno en 1982, lo hizo prometiendo un referéndum para salir de la OTAN pero... luego propugnó la permanencia, España ya no era independiente. A pesar de esto, la pertenencia a la Alianza ha permitido a
España beneficiarse de la cooperación en defensa y de la seguridad
colectiva hasta el fin de la guerra fría.
En cuanto al control norteamericano sobre la política
española, es importante señalar que, tras la dictadura de Franco, España
buscó consolidar su democracia y su lugar en el mundo por ello, en los acuerdos de 1953, entregó una importante parte de su soberanía.
La relación con
Estados Unidos ha sido fundamental en este proceso de transformación y democratización de España, especialmente en
términos de apoyo militar y económico. Sin embargo, algunos críticos
argumentan que esta relación ha llevado a una dependencia que influye en la autonomía de la política exterior española.
A lo
largo de los años, España ha intentado equilibrar su relación con
Estados Unidos y su compromiso con la OTAN, al mismo tiempo que busca
fortalecer su propia identidad y voz en el ámbito internacional. La
política española ha evolucionado, y aunque la influencia estadounidense
sigue presente, España ha buscado diversificar sus relaciones y
fortalecer su papel dentro de la Unión Europea.
En resumen, la
relación de España con la OTAN y el control norteamericano sobre su
política es un tema que refleja tanto la historia reciente del país como
sus esfuerzos por encontrar un equilibrio entre la cooperación
internacional y la soberanía nacional.
La crudeza de la política del nuevo presidente Trump lleva a una situación en Europa donde la OTAN y la UE aparecen como dos caras de la misma moneda, lleva a una ruptura comercial con Rusia por las sanciones en la guerra de Ucrania, guerra que acabaremos pagando los europeos, a un encarecimiento insostenible de la energía que agrava la soga verde de la política europea, a un mayor gasto militar que enriquecerá a la industria militar norteamericana y a una subordinación política desnuda hacia los Estados Unidos.
https://www.verdadypaciencia.com/2025/02/falsos-patriotas-europeos-a-merced-del-sistema-en-la-cumbre-de-madrid.html
1 comentario:
https://www.vozpopuli.com/opinion/que-lloren-en-bruselas.html
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