5 abr 2012

Kim Philby

La noche del 23 de enero de 1963, Philby se dirigía con su mujer Eleanor a cenar a casa de Glen Balfour Paul, primer secretario de la embajada inglesa en Beirut, cuando de pronto mandó parar el taxi y se apeó para enviar un telegrama desde la oficina de Correos. Acostumbrada a las repentinas decisiones de un periodista en activo, Eleanor llegó sola a la fiesta, y dijo que esperaba a Philby de un momento a otro. Pero nunca llegó. Pasados unos días, éste reapareció en Moscú y ahí salió a la luz su realidad de coronel del KGB, agente de penetración en Occidente y espía ruso.
















Harold Adrian Russell Philby había nacido en La India, en el seno de una familia inglesa de clase alta algo venida a menos; su padre había sido un importante funcionario en Exteriores y el responsable de la victoria de Ibn Saud en Arabia, con el tiempo llegó a convertirse al Islam y fue uno de los pocos occidentales capaces de especular en el mercado de las perlas o de visitar La Meca.












El joven Kim sería apodado con ese nombre a partir del protagonista de la novela Kim, escrita por Rudyard Kipling, cuyo argumento versa acerca de un joven niño de la India, de origen irlandés, que actuaba como espía para los británicos durante el siglo XIX.




















Tras pasar por las public schools propias de su clase (Westminster), estudió en Cambridge donde perteneció a la famosa cofradía de los apóstoles al igual que Keynes, muchos del grupo de Bloomsbury, los fabianos etc.





















Es en la universidad, en ese bastión de las clases altas, donde se convertirá en marxista, gracias a sus clases de Economía e Historia y sobre todo gracias a Maurice Dobb.










Parece que su captación para el espionaje se realizó en Viena durante la intentona revolucionaria contra Dollfuss; no sabemos quién lo captó pero sí los nombres de algunos de los directores de agentes que tuvo: Arnold Deutsch (nombre código Otto), Theodore Maly (código Man, "hombre") y Alexander Orlov
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Se estrenó como espía en la Guerra de España, a donde fue bajo la cobertura de periodista del conservador Times. Sus crónicas fueron tan apasionadamente franquistas que Franco lo condecoró; mientras, creaba una red en el seno de la Legión Cóndor con alemanes que creían estar espiando para Inglaterra cuando lo hacían para la URSS.










Estuvo al frente de la sección soviética del MI6 (SIS) y formó parte del "club de te" (comité de coordinación) con la CIA y los franceses. Colaboró con el escritor Graham Greene combatiendo a los nazis. Desde su puesto destrozó el espionaje occidental y protagonizó, entre otras hazañas, el boicot a un posible acercamiento del Abwehr al gobierno británico durante la Segunda Guerra Mundial, que hubiera podido cambiar el curso de la historia; destrozó a la resistencia anticomunista en Albania; proporcionó material de información nuclear a Rusia y mantuvo a Occidente a oscuras en lo que pudo.











En su célula estuvieron Guy Burgess, Donald Maclean y Anthony Blunt y sólo cayó cuando el número dos del espionaje polaco se paso a la CIA y aun así le dio tiempo a escapar.
















































Esta es la vida de Kim Philby, traidor a su país, traidor a su clase, sólo fiel a su religión marxista y al "Gran Juego". Su vida inspiró, al menos en parte, la novela "El Topo" de John Le Carré.













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