En su momento se bautizó como negacionistas a aquellos que negaban la existencia de un holocausto judío organizado en la Alemania nazi. Pero el término es de esos que parecen tener vida propia y extiende su férula por más conceptos; negacionista es también, ahora, quien niega el número de 6.000.000 de judíos asesinados; es decir que si se acepta un Wannsee que organizara la eliminación de 2.500.000, por imperativos técnicos, se es también negacionista.
Negacionistas son, de nuevo, quienes se declaran antivacunas pero en estos se incluyen quienes aceptan la efectividad de algunas vacunas y de otras no.
Conspiranoico es el que cree, entre otras cosas, en la existencia de fumigaciones masivas desde los aviones a reacción, chemtrails, o los que tienen fe en super armas láser que generan terremotos reflejadas al impactar con la ionosfera, proyecto HAARP. Todo esto junto con los terraplanistas, unidos sin diferencia a los que creen que no ha habido pandemia de COVID19, junto a los que creen que sí la ha habido pero sin justificar las tremendas medidas de confinamiento que en realidad habrían tenido otros objetivos.
Conspiración con la vacuna, Soros, Bill Gates, chip, Q, NOM... etc.
La "versión oficial" mezcla a todos en un totum revolutum en el que los ignorantes paranóicos van de la mano junto a quienes tienen fundadas sospechas de que nos están engañando como a chinos.
Pero, ¿por qué no funcionan las versiones oficiales? Porque nos mienten, no hay transparencia, hay ocurrencias absurdas y los portavoces oficiales cambian de versión como veletas. La gente no sabe ciencia, no tiene ni idea de pandemias y virología; la gente se encuentra asombrada, engañada y utilizada, por eso hay escépticos.
https://xcarrio.blogspot.com/2020/09/terrorismo-informativo.html
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