La guerra

A vueltas con los pacifistas; creen que el mundo cambia con buenas intenciones; sin embargo, la guerra está ahí.









Hay guerras convencionales que parecen salidas de aquellas viejas películas de la Segunda Guerra Mundial de la tarde de los sábados, guerras revolucionarias, de guerrillas, guerras ABQ, guerras comerciales cuando las acciones económicas se guían con la intención de someter a un poder contrario.

Porque la guerra es eso, es la continuación de la política diplomática y negociadora, hecha con la intención de imponer un orden al caos o a otro orden, que para el caso es lo mismo.









En 1993, Heidi y Alvin Toffler desarrollaron un ensayo sobre las guerras del futuro, las guerras de la tercera ola tecnológica: nanotecnología, micro chips piratas, capacidad para bloquear las comunicaciones de un país, paralización informática de los servicios esenciales, Internet como proyecto DARPA, etc.

Los gobiernos fichan a los hackers como si fuesen futbolistas, las grandes empresas lo hacen también y se atreven con juegos de poder; se acelera la mundialización, caen los muros... "armas silenciosas para guerras tranquilas".










Los grupos terroristas adquieren conocimientos y posibilidades de aplicar armas de destrucción masiva, incluso armas atómicas tácticas procedentes de la exURSS; a esas bandas no se les puede considerar delincuentes comunes y aplicarles el código penal simplemente, son poderes antiestado y su efecto sobre la estabilidad y la democracia es muy grande.









Es necesario desarrollar un nuevo tipo de guerra asimétrica en la que, sin abortar el Estado de Derecho y hacer pagar a justos por pecadores, la sociedad se pueda defender.