A veces sorprende la evolución de los acontecimientos, como si hubiese un genio maligno que se dedicase a sembrar el caos. Pensaba esto mientras recordaba la vida de estos importantes intelectuales que tanta relación tienen con España.
A pesar de ser ciudadano español, Santayana creció y se formó en Estados Unidos, escribió sus obras en inglés y es considerado un hombre de letras estadounidense. Su padre era intelectual y diplomático del Estado español, era español descendiente de españoles.
Su madre era española hija de españoles; como su padre era militar, nació en Filipinas donde él estaba destinado. Pero el matrimonio en el que nació George era el segundo de ella, antes había estado casada con un hombre de negocios norteamericano del que tuvo cinco hijos, ella educó a sus hijos en inglés hasta que, muerto su marido, pasó a residir en España con sus tres hijos supervivientes. Allí conoció a su segundo marido y se casó, curiosamente fue ella quien quiso educar a George en inglés tras fijar nueva residencia en Estados Unidos.
George fue profesor en Harvard, mantuvo siempre su nacionalidad española, pero su obra, su formación y hasta su espíritu era más norteamericano.
Severo Ochoa nació en España, hijo de españoles, aquí se formó y se casó con una española, después trabajó en Alemania e Inglaterra hasta fijar su residencia en Estados Unidos.
Su obra científica está en inglés, pero su vida y su producción no científica en español, su espíritu era español pero, por razones profesionales, su nacionalidad era norteamericana hasta que pudo obtener la doble nacionalidad.
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