10 dic 2010

Huelga de controladores

Coruña Liberal exige la dimisión del ministro de fomento. Pura incompetencia es el resumen en dos palabras de la gestión del gobierno en el conflicto laboral de los controladores aéreos.








El caos en el espacio aéreo español no es sino la consecuencia de la soberbia e incapacidad del ministerio de Fomento. El conflicto iniciado con la huelga de este verano, lejos de abordarse con profesionalidad y sentido común, lo cierra bilateralmente el ministro con unas modificaciones en el convenio de los controladores que vician aún más el problema, al considerar como fórmula mágica la reducción de horas extras máximas cuando AENA no cuenta con más controladores que puedan cubrir las horas precisas para el correcto funcionamiento del espacio aéreo







El Real Decreto del viernes, agrava el problema, al tomar medidas jurídicamente cuestionables sobre los derechos laborales de los controladores.







La manifiesta ineptitud del ministro del fomento se focaliza más si cabe, con amenazas que no solucionan ni un ápice el problema. La militarización es absurda, cuando no se cuenta con la licencia europea ATC que permitiría a los controladores militares ejercer sus funciones para el tránsito aéreo civil; cuando no contamos con el número suficiente de controladores militares, y cuando el sistema de control militar difiere sustancialmente del sistema de control aéreo civil.







Y el último Real Decreto donde se declara el estado de alarma es sencillamente una exageración difícilmente digerible para un demócrata, aunque da ejemplo del significado del talante en el vocabulario socialista: la resolución de conflictos laborales a golpe de Estados de Alarma.







Es injusto, por parcial, estigmatizar a un colectivo que está viendo cómo se machacan sus derechos laborales vía Real Decreto. La mayoría de ciudadanos desconoce sus jornadas, sus turnos, su disponibilidad y su retribución. Se les tilda de trabajadores privilegiados desconociendo absolutamente todo sobre ellos, dejándose llevar por la campaña de propaganda orquestada contra ellos, una foto fija, a la que no pueden ni contestar al no tener acceso a los medios de comunicación, máxime en un estado de alarma. ¿No serán privilegiados los políticos que no se ganan lo que cobran?







Y aunque cuesta, no tendríamos que olvidar lo que va a significar el Real Decreto del viernes. Solucionado de forma estalinista el primer conflicto, aún queda por explicar: ¿por qué se venden los aeropuertos de Barcelona y Madrid? ¿Por qué se vende un negocio tan rentable para las arcas públicas como es la Lotería Nacional? ¿Qué será de los parados de larga duración? Son muchas más respuestas las que necesitamos.

No hay comentarios: