Hégira (en árabe hiyra هِجْرَة), indica el traslado de Mahoma. Es la emigración de los musulmanes de La Meca a Medina, ocurrida en el año 622 de la era cristiana. Dicho evento marca en el mundo islámico el año primero. Los musulmanes toman desde el año 632 d. C. el primer día del año lunar en el que se produjo (16 de julio de 622) como referencia para su calendario.
El término, por extensión, se aplica a cualquier fuga o emigración semejante. En el año 639 d. C., el califa Umar señaló el año de la Hégira como el primero de la era musulmana. En consecuencia, el 622 d. C. se convirtió en el 1 ah (anno hegirae, "año de la Hégira") en el calendario musulmán.
El término, por extensión, se aplica a cualquier fuga o emigración semejante. En el año 639 d. C., el califa Umar señaló el año de la Hégira como el primero de la era musulmana. En consecuencia, el 622 d. C. se convirtió en el 1 ah (anno hegirae, "año de la Hégira") en el calendario musulmán.
Esa gran expansión islámica marca la primera oleada del islam en el mundo. En poco menos de un siglo (711), habían conseguido llegar hasta las puertas de Afganistán por un lado y a la tierra, que ellos llamaban Al Andalus (tierra de los vándalos) por otro.
La segunda gran expansión tiene lugar entre los siglos XIII y XVII cuando el Imperio Turco es capaz de conquistar los santos lugares y las tierras bizantinas, llegando el Islam hasta la India, el sudeste asiático y las fronteras de China.
Frenado en Viena y en Lepanto, el Islam entra en una especie de inmovilismo autista siendo dominado por los grandes imperios europeos hasta llegar al momento actual, en el que se está produciendo una tercera gran expansión.
La pujanza demográfica, el dinero del petróleo, la espina clavada de Israel, así como el entrenamiento propiciado por la CIA en el combate contra la extinta URSS en Afganistán están dando lugar a una doble abrazo contra Occidente, por un lado el terrorismo y por otro la inmigración, impermeable a nuestra forma de vida e inasimilable.
La pujanza demográfica, el dinero del petróleo, la espina clavada de Israel, así como el entrenamiento propiciado por la CIA en el combate contra la extinta URSS en Afganistán están dando lugar a una doble abrazo contra Occidente, por un lado el terrorismo y por otro la inmigración, impermeable a nuestra forma de vida e inasimilable.
Como dijo Huari Bumedian: "Os conquistaremos con el vientre de nuestras mujeres"
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