Como he dejado escrito en muchas entradas del blog, soy un lector medio a causa de que adquirí esa costumbre en la infancia debido a una enfermedad que no me permitía un ejercicio físico acorde con mis años. Entre esas lecturas caóticas había, como no podía ser menos, muchas novelas policíacas pero fue en el servicio militar cuando, a pesar de realizar muchas actividades lúdicas, el estar muchas veces encerrado en el cuartel me llevó a aficionarme a la novela negra.
La novela negra se llama así por el color de las tapas de una colección de novela policíaca de la editorial francesa Gallimard. Sin embargo, desde el punto de vista del análisis literario la novela negra tiene algo más, una cierta ambigüedad moral, una crítica al orden social que se compadece con la moda ideológica en los años 30, 40 y 50 del siglo XX.
La novela negra se llama así por el color de las tapas de una colección de novela policíaca de la editorial francesa Gallimard. Sin embargo, desde el punto de vista del análisis literario la novela negra tiene algo más, una cierta ambigüedad moral, una crítica al orden social que se compadece con la moda ideológica en los años 30, 40 y 50 del siglo XX.
Los objetivos básicos de la trama son:
1.La búsqueda de la verdad.
2. La intriga: del quién al cómo.
3. La acción esencial.
4. El argumento.
5. Lo accesorio no existe.
6. La construcción de los personajes.
7. La fuerza de los diálogos.
8. Documentarse para ser verosímil.
9. El mundo del crimen.
10. Advertencia final: nada de trucos.
Recuerdo una conversación que aparece en "El Hombre Delgado" de Dashiell Hammet:
P. Cariño, ¿no crees? El crimen es la cara mala de la lucha por el dolar.
R. Dime, ¿cuál es la buena?
P. No lo sé, nunca la he visto.
Entre los autores más conocidos de este tipo de novela citaré, además de Dashiell Hammett, a Raymond Chandler, Chester Himes y Ross Macdonald.
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