Dice el tango que el siglo XX es cambalache, pero el autor murió y no puede ver el XXI que no sabemos lo qué llegará a ser. Inmersos en una brutal crisis y con la economía hundida, la ciudadanía asiste asombrada al sangriento despilfarro, que de manera imposible ahora de ocultar, realizan nuestros políticos.
La ostentación, la feria de las vanidades, es un síntoma de carencias, de la sociedad de espectáculo que vivimos, ¿no es una foto el máximo deseo de nuestros políticos?
En 1990, justo antes de que se iniciara la Guerra del Golfo, Baudrillard predijo que dicha guerra no ocurriría. Después de la guerra, proclamó haber estado en lo cierto: "La Guerra del Golfo no tuvo lugar".
En esta obra, Baudrillard presenta la primera Guerra del Golfo como la inversa de la fórmula de Clausewitz: no era "la continuación de la política por otros medios" sino "la continuación de la ausencia de la política por otros medios".
Así, también los medios de comunicación occidentales fueron cómplices, presentando la guerra en tiempo real, mediante el reciclaje de imágenes de guerra para propagar la idea de que los dos enemigos, los EE.UU. (y aliados) estaban en realidad luchando contra el ejército iraquí.
Pero Saddam Hussein no hizo uso de su capacidad militar (la Fuerza Aérea iraquí) y su poder político-militar no se debilitó (se suprimió la insurgencia kurda contra Irak al final de la guerra). Por lo que poco cambió en Irak: el enemigo fue invicto, los vencedores no salieron victoriosos, y por lo tanto, no hubo guerra.
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