Por fin, hemos terminado con el asunto de las elecciones. Una España agónica con 5.000.000 de parados, acosada por el mercado de deuda ha conseguido situar en el poder a un partido con mayoría absoluta, lo que permitirá que podamos actuar ante la crisis con cierta independencia.
El partido perdedor mantiene 110 escaños que le permiten ser el primer partido de la oposición y poder realizar la necesaria catarsis que, si saben hacerlo, eliminará de la cúpula del partido a seres incompetentes e iluminados como el que ha gobernado hasta ahora.
Entre las cosas buenas: el ascenso difícil y costoso de UPyD, partido que desde una perspectiva de centro izquierda quiere reconducir las autonomías devolviendo competencias al Estado y eliminar el bipartidismo con una reforma de la Ley electoral, quitando fuerza a los nacionalistas; entre las cosas malas: el ascenso de Amaiur y del nacionalismo en general que pondrá a Rajoy en dificultades.
No soy optimista; hasta que las cosas no cambien en Europa, y volvamos al Mercado Común abandonando esta UE sovietizada, las dificultades económicas van a continuar. Los cambios en el régimen político, de cara a poner a los nacionalistas en su sitio y a dar nueva forma a la idea de España, no parece que estén en la agenda del nuevo gobierno. Ya veremos que pasa.
P.D. Cuidémonos de los idus de marzo.
El partido perdedor mantiene 110 escaños que le permiten ser el primer partido de la oposición y poder realizar la necesaria catarsis que, si saben hacerlo, eliminará de la cúpula del partido a seres incompetentes e iluminados como el que ha gobernado hasta ahora.
Entre las cosas buenas: el ascenso difícil y costoso de UPyD, partido que desde una perspectiva de centro izquierda quiere reconducir las autonomías devolviendo competencias al Estado y eliminar el bipartidismo con una reforma de la Ley electoral, quitando fuerza a los nacionalistas; entre las cosas malas: el ascenso de Amaiur y del nacionalismo en general que pondrá a Rajoy en dificultades.
No soy optimista; hasta que las cosas no cambien en Europa, y volvamos al Mercado Común abandonando esta UE sovietizada, las dificultades económicas van a continuar. Los cambios en el régimen político, de cara a poner a los nacionalistas en su sitio y a dar nueva forma a la idea de España, no parece que estén en la agenda del nuevo gobierno. Ya veremos que pasa.
P.D. Cuidémonos de los idus de marzo.
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