Cuentan que mucho tiempo antes de la llegada de los fenicios, griegos y romanos a España, había en el solar ibérico pueblos cazadores recolectores y pueblos agrícola ganaderos.
De ese enfrentamiento secular derivaría la oposición del Saltus Vasconum y el Ager Vasconum en Navarra; aunque en esa época reseñada, de la que nos hablan los romanos, ya todo el mundo se dedica a la agricultura y a la ganadería o a las actividades de lucha frente a la naturaleza para ganar sitio al bosque.
Los cambios que comenzaron en el Neolítico, pero que aún hoy continúan, transforman a la humanidad desde unos pueblos que viven en la naturaleza a pueblos que la explotan. Hay que ver que incluso el nombre de Pirineos, cordillera en la que se ubica el Saltus Vasconum, alude a un incendio provocado por los pastores para ganar sitio al bosque; lo que demuestra la secular antipatía que el agricultor, agente de la civilización, siente hacia el bosque primigenio y la naturaleza salvaje.
Es en el mundo de las leyendas y de los mitos donde se refleja en toda su crudeza esta lucha, pues la Historia y la Sociología son demasiado frías para sentir lo que verdaderamente supuso esta revolución.
2 comentarios:
Eso, eso.. ahora toca cargar contra los agricultores. Ya para la consideración que se les tiene...
Creo que estás comprado por las madereras, quizá ellas podrían explicar más sobre la explotación de recursos...
FDO: Adivínalo
El pasado es a la vez mítico y terrible, pero piensa que el agricultor viene después que el cazador.
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