2 feb 2011

CNI








Felipe II era consciente de la importancia decisiva que tenía el control de la información para mantener la supremacía imperial de España, por eso dedicó gran cantidad de recursos económicos y humanos a los servicios secretos, conformando la red de espionaje más compleja, mejor organizada y con mayor presencia efectiva de la época.








Experto en el arte de la criptografía, su carácter desconfiado y su tendencia natural al secreto lo convertían en el perfecto dirigente de las labores de inteligencia. Felipe II reglamentaba el uso de los textos cifrados, coordinaba la información y su posterior transmisión a través de los correos, decidía la contratación de espías y controlaba la distribución de los "gastos secretos", alternando las labores propias de su reinado con las de un verdadero jefe del servicio de espionaje.
Es de destacar la magnífica red de espionaje que encuadraba católicos en Inglaterra, Escocia e Irlanda.












El mítico cazanazis Simon Wiesenthal mantenía que el Vaticano tiene el contraespionaje más efectivo del mundo. El periodista Eric Frattini asegura que el núcleo de este servicio secreto es una organización conocida como la Santa Alianza, cuya existencia nunca fue reconocida y que su responsable con Juan Pablo II fue el gallego Pedro López Quintana, actual nuncio en Canadá. El vaticanista español José Manuel Vidal no cree en la Santa Alianza, pero admite que Quintana controlaba la información más delicada. Lo cuenta Santiago Romero en Faro de Vigo.










"El papa tiene a Dios en el cielo, a sí mismo en la tierra y en la clandestinidad, a la Santa Alianza o Entidad, nombre tras el que se ocultan los servicios secretos pontificios, cuya existencia nunca ha reconocido el Vaticano". Esta frase del investigador Eric Frattini, autor del best seller "La Santa Alianza, Cinco Siglos de Espionaje Vaticano", publicado en España por Planeta, pretende definir el poder que ostenta el supuesto servicio secreto papal, fundado por Pío V en 1566, al que se han achacado históricamente oscuras operaciones encubiertas dictadas desde la Santa Sede.














¿Quién era Juan Pujol?









Juan Pujol (Barcelona,14 de febrero de 1912 – Caracas,10 de octubre de 1988), autodidacta, gerente de una granja de pollos, conserje de hotel, empieza a planear su contribución al “bienestar de la humanidad”, y decide ofrecerse a los británicos para “echarles una mano”, pero su ingenuo plan fracasa. En lugar de desanimarse y abandonar, consigue convencer a los nazis de que puede espiar para ellos. Sorprendentemente, el Abwehr (organización de inteligencia alemana) confí­a en él y lo contrata. Nombre en clave: Arabal.










Después de una serie de aventuras, Pujol es localizado por la Inteligencia Británica, que le convierte en agente doble. Nombre en clave: Garbo. Desde Londres, hace creer al Tercer Reich que el desembarco de Normandí­a no es más que una estrategia de engaño, ya que el verdadero desembarco tendrá lugar en el Paso de Calais.
















Los modernos servicios de inteligencia españoles derivan de los servicios SECED organizados por Carrero Blanco. Suárez los dotó de un presupuesto impresionante, una sede en una gran extensión de bosque y campo en la carretera de la Coruña y una doble dependencia de presidencia del gobierno y defensa. En esa organización se dio cuerda para ahorcarse a los grupos de extrema derecha las llamadas camadas negras, se intentó la reconducción del 23 F y se trabaja en interés de los gobiernos de turno. Ya desde antes del 92 se dispone de satélites propios o alquilados y junto con la policía, la guardia civil y el ejército se desarrolla el armamento informático en España con ayuda de multinacionales norteamericanas.









El control actual del aparato de inteligencia español lo tiene el ministerio de la vicepresidencia, pero, en esta época de globalización, surgen servicios de inteligencia de grandes empresas, grupos de poder y hasta de particulares con dinero.










Este Rubalcaba, con Stalin hubiera hecho mejor carrera que con el PSOE español. Siniestro, frío, mentiroso, sin escrúpulos ... este personaje da escalofríos. Y lo tenemos de ministro del interior. ¡La que estará preparando para los gobiernos no sociatas que vengan detrás del de Zapatero! No quiero ni pensarlo.









Y es que Rubalcaba, es el Rasputin del siglo XXI, franquista antes, socialista ahora, muñidor y encubridor, manipulador del 13M y del golpe de estado del 14M, anuncio del anís del mono, más malo que la tiña, con maldad en grado supremo.









Por último me gustaría decir que la llamada izquierda siempre ha sido totalitaria, totalitarismo que camufla detrás de palabras biensonantes como democracia, libertad, igualdad y que precisamente son lo último que practica.










¿No recuerdas un régimen totalitario, controlado férreamente por la Stasi, llamado República Democrática Alemana?

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