2 feb 2011

La política de ZP

La política de ZP sigue, incuestionablemente, dos lineas fundamentales, a saber: por un lado busca establecer a través de políticas populistas, incluso aprovechando la crisis para generar clientelismo, una base para una perpetua reelección, un modelo muy agresivo de PRI español, más que el de González, y por otro lado cambiar la naturaleza del Estado hasta ahora basado en la vieja nación española.






La idea es convencer a los españoles de que nuestra nación, nuestra historia, es reaccionaria, que hay que destruir España para crear una "Unión de Repúblicas Socialistas Ibéricas", y ante esto vale la alianza con todos los grupos independentistas, incluso con una ETA que abandona las armas y, heredera del POUM, está dispuesta a exportar su socialismo por todo el mundo pero teniendo sólo posibilidad de hacerlo en España.


























Para ello a ZP le sobra cualquier partido, cualquier alternativa, que recuerde nuestros valores y nuestra historia. Aceptará una derecha comprensiva en el proceso pero no en el resultado, el objetivo quiere parecerse a Cuba y Venezuela, claro que disfrazadas en un contexto europeo que se torna cada vez más totalitario y socialista; tampoco los USA dan muestras de reaccionar, y si Dios no lo remedia su actual camarilla de poder camina también en ese sentido.







La existencia de una secta dispuesta a cualquier cosa, incluso a cargarse al Estado, ha sido demostrada por el periodista vasco, excomunista, afincado en Madrid, Hermann Tersch. El objetivo es el mantenimiento del poder y hacer una España a su gusto.
















Los políticos que necesitamos son de tres clases, olvidándonos del militante de base y el simpatizante que sirven para pegar carteles en las campañas, a saber: el político de gestión que tiene que demostrar un cerebro bien amueblado, sólida experiencia y preparación, el político de representación conocido y respetado en su circunscripción, con alto criterio moral y bien asesorado y el fontanero que será hábil muñidor de las interioridades del partido. Si comparamos el currículo de Leire Pajín con los ministros de sanidad de la UE queda claro lo lejos que estamos de lo que he dicho.




Por otro lado, es de destacar el desbarajuste moral que aparece en las últimas declaraciones de Felipe González, en las que se considera por encima de la Ley y el Derecho.





¿Pero por qué hablará ahora?

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