5 nov 2010

Los plomos del Sacromonte

En el año 1588, se estaba procediendo en Granada a la demolición de la llamada Torre Turpiana, el viejo alminar que quedaba de la antigua mezquita mayor, situada donde ya se alzaba la nueva catedral, aún en obras; la intención era dejar espacio para construir la tercera nave del templo.









El día 18 de marzo que era la fiesta de *San Gabriel (recordemos que este arcángel es venerado tanto por los cristianos como por los judíos y el Islam), apareció entre el material de derribo una caja de plomo, embetunada por dentro y por fuera y envuelta en lienzos, como para evitar humedades de siglos.
















Al ser abierta al día siguiente, festividad de San José, se comprobó que la caja contenía varias reliquias y un pergamino que, al menos en parte las describía y las avalaba.







Entre las reliquias, que se remitían a los tiempos de origen en el cristianismo de la localidad, se encontraba nada menos que la confirmación de la existencia de San Cecilio primer obispo de Granada, una imagen de la Virgen vestida con traje morisco conocido como egipciano y un hueso de San Esteban Protomártir, junto a ellas se encontró un pergamino que contenía un largo escrito en el que se alternaban el latín, el castellano y el árabe, en el que el mismísimo San Cecilio contaba el modo en que adquirió esas reliquias y obtuvo el texto de una profecía escrita por San Juan Evangelista en la que se unía el anuncio de la llegada de Mahoma, la venida del *Anticristo y el juicio final.


















Como los plomos aparecían siempre con pistas de nuevos hallazgos y convergiendo con la creencia tradicional de los gitanos granadinos sobre la existencia en una colina en las afueras de la ciudad llamada Valparaíso, desde entonces se llamó Sacromonte, de muchos tesoros escondidos por los moros ricos que emigraron en 1492. Aquello se llenó de iluminados y aventureros y en 1595 se encontró otro plomo que daba cuenta del martirio de San Mesitón y luego otros, finalmente la Iglesia haciendo gala de su peculiar sincretismo cristiano declaró el manuscrito falso y herético y las reliquias verdaderas, construyendo en el Sacromonte un beaterio, el beaterio de Santa María Egipcíaca, donde estuvo recogida Mariana Pineda antes de ser ejecutada por liberal; quien fue por otro lado inventora de la actual bandera andaluza, entonces bandera liberal.


















Toda la trama parece un intento, un tanto ingenuo, de evitar las malas relaciones de la comunidad morisca con los cristianos que había de terminar con la definitiva expulsión de los moriscos que quedaban, ya había habido otras expulsiones y hasta guerras como en las Alpujarras. Parece que el timo fue realizado sin especial mala fe por el traductor de los plomos Alonso del Castillo médico morisco converso en connivencia con otros moriscos como Miguel de Luna.
















Por el parecido con el material hallado parece que se basaron para la falsificación en una tradición del norte de África sobre un Evangelio apócrifo llamado El Evangelio de Bernabé, que es conocido de forma indirecta por la Iglesia cristiana desde el siglo VI como uno de los libros que resultan sospechosos desde el punto de vista de la fe; sin embargo, su nombre quedaba a mero título de referencia, siendo desconocidos tanto el texto como los motivos que condujeron a que fuera incluido en la lista de apócrifos.








Sin embargo, desde el siglo XVIII es conocido en Europa en ciertos círculos de orientalistas y de teólogos un Evangelio de Bernabé que se presenta como escrito por un Bernabé que pasa a ser ahora uno de los doce apóstoles. Aunque la mayoría de críticos que se han acercado al texto han negado que éste pueda relacionarse con el que aparece, por ejemplo, en el Decreto Gelasiano de libros aprobados y no aprobados, del siglo VI, algunos investigadores han creído ver en él ciertas huellas de doctrinas judeocristianas primitivas.








De cualquier forma, existe un cierto acuerdo entre los especialistas en atribuir su redacción, única según algunos, última, según otros, a una pluma islámica, conocedora del cristianismo, que escribiría a finales del siglo XVI o principios del siglo XVII.



















Presentados como textos cristianos, los libros plúmbeos de Sacromonte explican sus doctrinas dentro de un tono deliberadamente neutro, de moral común y universal, que en ningún momento busca el conflicto o la diferencia entre religiones. Sin embargo, pronto se cae en la cuenta de que lo mismo que se busca disfrazar los posibles temas conflictivos o polémicos, los principales dogmas del islam están esparcidos por todos los textos y son perfectamente identificables a poco que uno se empeñe en buscarlos.







* San Gabriel es el arcángel que salvó de morir de sed a la esclava Agar y a su hijo Ismael, habido con el patriarca Abraham antes de que su legítima esposa Sara tuviera a Isaac de cuyo linaje surge la tradición judía y cristiana. De Ismael se dice que Dios prometió a Agar por medio de Gabriel que su hijo sería el origen de una gran nación esta sería la nación árabe y Mahoma será del linaje de Ismael.







El arcángel Gabriel, relacionado con el elemento agua, es el que transmitió a Mahoma el Corán y el que le acompañó al cielo repitiendo esto con todos los difuntos.







*Se cree que el Anticristo llegará a una familia de linaje judío como Cristo llegó a una familia de esa nación, éste es uno de los orígenes del antisemitismo religioso pues Cristo ya llegó, y la existencia de gentes que practican la religión judía es el riesgo por otro lado inevitable de la venida del Anticristo y el fin de los tiempos.

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