5 nov 2010

El peligro islámico hoy en día

La evolución, claramente decadente en nuestro mundo occidental, crea contradicciones entre la decantación secular de los derechos humanos y la exportación de los valores hacia otros espacios de civilización.


















Así por ejemplo, el derecho a la movilidad de las personas, la necesidad de trabajadores para nuestras sociedades y el respeto a las creencias religiosas de éstos están generando una sorda invasión como ya vaticinara Huari Bumedian.
















¿Cómo se podría evitar la expansión islámica en nuestro territorio, sabiendo que la asimilación de los islámicos no solamente es muy difícil sino que además ellos llegan a nuestra sociedad con el convencimiento de su superioridad moral y con ánimo de conquista?



















Con todo respeto a los ciudadanos legales, es necesario expulsar a los ilegales a sus países de origen, propiciar la pérdida de la patria potestad a quienes no traten y eduquen bien a sus hijos, promocionar el respeto a nuestra identidad cristiana, disminuir las ayudas sociales a los extracomunitarios no hispánicos y combatir políticamente el falso progresismo.




















La gente debe asumir su responsabilidad en su propio gasto social, sabiendo que la caridad es voluntaria. Es necesario reevaluar nuestras relaciones con los países islámicos, buscando la reciprocidad de trato de las minorías cristianas en sus sociedades, analizando la calidad de sus libertades y viendo si son capaces de articular regímenes pluralistas.
















El apoyo a Israel, independientemente de su origen, teniendo en cuenta la decisión de Naciones Unidas y de que es una punta de lanza de Occidente en Medio Oriente, es fundamental. La necesidad de defender militarmente a los cristianos y animistas sudaneses, de oponerse al genocidio cultural en Afganistán, como en el caso de los budas, servirá como ejemplo de nuestra apuesta por la libertad.
















Occidente deberá promocionar la natalidad, por la vía de bajar impuestos, creando una cultura que haga interesante a las mujeres tener hijos, deberá analizar la gestión que los países productores hacen de los recursos petrolíferos, dejando claro que determinadas manipulaciones del mercado y determinadas donaciones caritativas tendrán la consideración de actos de guerra, deberá aplastar a los progresistas que son el cáncer de Occidente y apoyar a partidos que empujen a la acción a los mayoritarios, casos Sarkozy, Sarrazin. Debemos asumir que estamos en una guerra y que debe de haber ciertas restricciones temporales de derechos.







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